Divorcio en el garaje de Movistar Yamaha

Viñales rompe con su jefe de mecánicos Ramon Forcada por los pobres resultados

Ni las dos semanas y media de vacaciones, ni los dos podios seguidos (3.º en Holanda y en Alemania) han relajado los ánimos en el garaje del número 25 de Movistar Yamaha. Tal es la tensión laboral, que se ha hecho evidente el divorcio que se iba cociendo a fuego lento entre Maverick Viñales y su jefe de mecánicos, Ramon Forcada. Ayer explotó la ruptura, fruto de los resultados insuficientes del piloto de Roses, tercero en el Mundial, descolgado a 56 puntos de Marc Márquez, y 12.º en la parrilla para la carrera de hoy.

Una imagen resumía el mal rollo en el garaje, que captó la cámara de Movistar+: al finalizar el tercer ensayo libre (FP3) en Brno, Maverick, con el 11.º crono, se obligaba a ir a la repesca, y mostraba su enojo al entrar en el box aplaudiendo irónicamente al equipo. El día antes, el piloto había aireado que prescinde del veterano técnico de Moià y que lo sustituirá por Esteban García, actual jefe de mecánicos de Bradley Smith en KTM. “Busco un nuevo feeling; Ramon es un técnico increíble, será difícil sustituirle, pero con Esteban seguramente haremos un trabajo conjunto muy bueno y podremos estar a un gran nivel”. Una puñalada a su técnico.

Ayer, Ramon Forcada (61), habitualmente comedido, no se callaba Para ello recurre a Esteban García, con quien ganó el título de Moto3 en el 2013.

Forcada seguirá en Yamaha, muy probablemente en el nuevo equipo satélite. “Trabajaremos para tener la mejor moto para ganar hasta la última carrera que esté con él, que no sé cual será, tal como van las cosas lo mismo es ésta…”, expresaba su desconcierto el catalán. Tampoco seguirá con Viñales el mecánico Javi Ullate, uno de los fieles de Lorenzo.

Otro garaje con tensión es del de Ducati, a consecuencia de la escalada verbal entre Jorge Lorenzo y Andrea Dovizioso. Ayer dio réplica Dovi con su primera pole del curso, la primera desde hace año y medio, desde Malasia 2016, en mojado. Desde la pole ,el italiano aspira a romper el monopolio casi exclusivo de Marc Márquez (5 triunfos en 8 carreras), que sólo Lorenzo se atrevió a interrumpir en Italia y Catalunya. El de Cervera –que disputa su carrera número 100–, Jorge y Rossi son los más fuertes para optar a la victoria.