Regreso triunfal a Cap Roig
El británico James Blunt presenta ‘The afterlove’ ante más de dos mil espectadores
Allá por el 2005, cualquiera que estuviera medianamente vivo sabía de la existencia de You’re beautiful, una balada en aquel entonces difundida por tierra, mar y aire. La pieza en cuestión era el tercer single de Back to Bedlam, álbum de debut de un joven inglés llamado James Blunt. El tema no tardó nada en alcanzar el primer puesto en los charts del Reino Unido, Estados Unidos y otros ocho países. Desde entonces, Blunt se ha labrado una carrera sólida que nada tiene que ver con la de un onehit wonder.
Anoche, y en compañía de otros cuatro músicos, se presentó en el Festival de Cap Roig (donde ya había actuado en el 2014) ante los algo más de 2.100 espectadores que habían adquirido por adelantado todas las entradas a la venta. Entre los asistentes se encontraban el conseller de Interior, Miquel Buch, y el director general de la Fundació Bancària La Caixa, Jaume Giró. El concierto se encuadraba en la intensa gira de presentación de su quinto trabajo discográfico, The afterlove (2017).
Soldado antes que músico –nacido en el seno de una familia de tradición militar, formó parte de las tropas de la OTAN en Kosovo–, James Blunt dio inicio al concierto con la guitarra eléctrica y el alto tono vital de Heart to heart, pieza muy bien apuntalada con armonías vocales. Con unos vistosos recursos videográficos en el fondo del proscenio, prosiguió con I’ll take everything, esta vez al piano y desplegando cierta épica. Poco después, este compositor e intérprete que tiene una casa en Eivissa desde hace ya algunos años tomó la guitarra acústica para atacar, en una coordenada más romántica y con el público en pie, Time of our lives ,la primera canción del concierto extraída de su último disco. Le siguió Someone sing along, pieza perteneciente también a The afterlove, dedicada a Donald Trump y sus desmanes.
Simpático y bromista, James Blunt hizo del bolo una suerte de marcha triunfal, contando con toda la complicidad y entrega de un público de lo más activo. Reservó You’re beautiful para el tercio final de una comparecencia en la que hubo nuevas alusiones al disco The afterlove mediante piezas como Make me better o Bartender. En los últimos compases del concierto, y de nuevo al piano, no se olvidó de 1973, otra de sus canciones más aclamadas en Cap Roig.