Los padres de Melania se benefician de un privilegio que Trump critica
Las medidas xenófobas que el presidente Trump toma o anima a adoptar en el tema de la inmigración le están haciendo pasar momentos de ridículo y vergüenza. El matrimonio compuesto por Viktor y Amalija Knavs han podido convertirse en ciudadanos estadounidenses y lo han conseguido mediante lo que se llama “la cadena migratoria”. Trump ha arremetido fuerte contra esta medida, con la que un ciudadano estadounidense puede obtener la residencia para sus familiares. El presidente sostiene que esto se ha de cambiar por el sistema de méritos. Perdón por el olvido: los Knavs son los padres de Melania Trump, la primera dama.
En este estilo de hacer lo contrario de lo que se predica o, incluso, de lo que es legal, su Administración recibió ayer otro duro revés en el asunto de la inmigración, después de la demostración de inhumanidad de separar a los niños de sus padres. El juez Emmet Sullivan, del tribunal federal de Washington, ha amenazado con actuar contra el fiscal general Jeff Sessions por rebeldía ante la justicia. “Esto es escandaloso”, proclamó el magistrado tras ordenar parar de inmediato un proceso de deportación en marcha. Tan en marcha que una mujer, identificada como Carmen, y su hija ya habían emprendido vuelo a San Salvador. Pero, una vez aterrizaron, y sin descender del aparato, los funcionarios federales las custodiaron de regreso a un aeropuerto de Texas. “Esto no es aceptable”, insistió el juez. Su enfado se debió a que madre e hija se hallan en proceso de solicitar asilo y aún no hay decisión sobre su caso. Ellas alegan la continua violencia doméstica y sexual que sufren en un país donde a las adolescentes se las obliga a ser “novias” de los miembros de las maras. Aunque EE.UU. prevé esta razón como motivo para recibir asilo, la Administración Trump se tomó la ley por su mano y las deportó.