De Arriba, adelante en el 800; Ordóñez, fuera
Finalmente, Saúl Ordóñez (24) perdió su oportunidad. La ocasión de medirse a los ochocentistas más grandes de Europa, gente como Bosse y Kszczot, un francés y un polaco, el campeón y el subcampeón del mundo del 2017, a quienes el verano pasado tan solo veía por televisión. “En parte sí, es increíble cómo ha cambiado mi vida desde entonces”, contaba Ordóñez, con el pelo a lo mohicano y la barba rasurada. “Y no me voy a quejar. A mi temporada le voy a poner un diez. En el invierno fui bronce en el Mundial indoor. Y luego hice el récord de España (1m43s65, la mejora marca europea del año hasta el momento). Y ahora me he quedado a las puertas de la final europea en mi debut al aire libre...”. Eso decía, acaso para consolarse.
En realidad, se había quedado a medio camino del objetivo. Ordóñez tenía buena pinta en estos días. Se había apuntado su serie de la primera ronda y ayer afrontaba una semifinal limpia, sin Bosse y sin Kszczot. Sin embargo, se atascó en la última recta y cayó al cuarto puesto (1m46s82). “Corrí bien, a la estela de la cabeza, que es como me gusta ir. Pero cuando vas ahí adelante encajas muchos golpes. Y a cincuenta metros me sentí flojo”. A diferencia suya, Álvaro de Arriba (24) sí se ganó el pase a la final. Lo hizo por tiempos (fue cuarto en su serie, en 1m46s43), pero ese hecho no le desanimó. “Llegados a este punto, mi mente está en el oro. Estoy para correr ahí. O cuanto menos, para pelear por las medallas. Hemos trabajado muy bien todas las posibilidades, sobre todo el tramo final. Entendemos que el último 200 se correrá por debajo de 25 segundos. Y estoy para ello”. Daniel Andújar (octavo, en 1m48s10) se quedó fuera.