Cuando peor es mejor
Hay seres que para seguir existiendo necesitan alimentarse de conflictos. Es su alimento imprescindible, sin él desaparecerían y pasarían a formar parte del gran grupo de los anónimos. El conflicto es su hábitat natural, en el cual comparten suerte con otros depredadores y los ingenuos depredados.
Son buenos oradores y mejores manipuladores. Dicen lo que la masa quiere escuchar, juegan con los sentimientos y las emociones, deambulan entre cielos e infiernos con la naturalidad del que no sabe hacia dónde va. En su universo, la ética, la moral, la justicia, la coherencia, la verdad, hace mucho tiempo que se apagaron como una estrella fugaz.
Fuera de sus zonas de influencia aprecias que todo es un truco de magia y que a golpe de chistera siguen embaucando a un público rendido ante sus sencillos trucos de filibusterismo.
Su peor pesadilla es ser olvidados. Cuando el insomnio les atrapa recordándoles que un día pueden ser arrinconados, relanzan toda la maquinaria para volver a su entorno natural, el mundo llamado “cuando peor, mejor”.
Reflexionad, si queréis, y pensad a cuántos magos de chistera fácil conocéis. Mi abuelo Esteban, siempre decía: “La primera vez que alguien te engañe, la culpa será suya. La segunda vez que lo haga, el culpables serás tú”. ESTEBAN SERRA VILA Barcelona