El nacimiento de la conversación
Se cumplen 30 años de la aparición del IRC, el primer sistema de chat en la red
Desde la definición del protocolo TCP/IP, en 1981, –que hizo posible el nacimiento de internet–, el crecimiento en todos los aspectos de la red ha sido enorme, hasta el punto de que quedan pocas cosas de aquel internet de conexiones lentas, gracias a módems que medían la velocidad no en gigas sino en baudios, y que amenazaban en hacer explotar nuestra factura telefónica. Pero sí quedan algunas: el correo electrónico, el porno y el IRC, las siglas de Internet Relay Chat.
El IRC fue uno de los primeros sistemas de chat, el padre de la conversación en internet, y que “respondía al ideal máximo que se quería que fuera la red: una conversación a múltiples bandas, sin límites, y gratis”, explica Josep Lluís Micó, profesor de Periodismo de la URLBlanquerna. “En la década de los noventa, existían chats para uso militar –utilizados en conflictos como la guerra del Golfo– pero como mucha gente no se creía la información oficial del Gobierno de EE.UU., se comunicaban a través de chats con las personas que estaban en el frente. El inicio de la posverdad. A diferencia de los anteriores, IRC era un chat destinado al público general sin estar orientado a servicios militares o científicos”, explica Maria Soler, ingeniera en Informática y en Multimedia por la URL
Durante el verano de 1988, Jarkko Oikarinen era un joven ingeniero finlandés que trabajaba en un departamento de la Universidad de Oulu. “Supongo que no tenían muque cho trabajo para mi. Administraba el servidor de Sun –un sistema operativo para servidores– del departamento, pero no me ocupaba todo el tiempo”, explica Oikarinen. Así que empezó a trabajar en un protocolo para mejorar el sistema de mensajería que usaban en la Universidad, alguno de los módulos del cual “tenía la mala costumbre de no funcionar correctamente”. Según explica el ingeniero –en un artículo en la página www.irc.org–, “la primera implementación para tratar de solucionarlo fue el IRC”.
Cuando tenía poco más de 10 usuarios, Oikarinen pidió a algunos de sus amigos que “comenzaran a ejecutar servidores IRC en el sur de Finlandia, principalmente en la Universidad Tecnológica de Tampere y la Universidad de Tecnología de Helsinki”.
Una vez el IRC estuvo extendido en Finlandia, su creador contactó con conocidos fuera del país para que lo probaran. El problema era en aquella época “las conexiones a internet aún no funcionaban desde Finlandia a otros países, por lo que no podían conectarse a la red finlandesa”. En 1989 sólo había 100.000 ordenadores conectados a internet y la World Wide Web no nació hasta 1991.
El despegue definitivo fue cuando Oikarinen consiguió usuarios de IRC al otro lado del Atlántico, en el MIT y en las universidades de Denver y de Oregón. “Después de eso, otras personas comenzaron a ejecutar IRC y la cantidad de servidores creció rápidamente”, escribe Oikarinen.
“Si tenemos en cuenta los usos que damos a las aplicaciones de mensajería y a la redes sociales, incluidos los malos usos, el IRC aparece sin duda como su antecedente”, opina Micó. “Era un protocolo extremadamente innovador, ya que permitía la comunicación en tiempo real, ya fuera en canales que permitían la interacción entre varios usuarios o bien mediante conversaciones privadas a dos. Estaba basado en texto plano y las acciones a realizar se enviaban en forma de órdenes de texto mediante un símbolo y un comando”, explica Soler.
“IRC era el nexo de unión entre muchos internautas, mayoritariamente usuarios de alto nivel, que compartían intereses comunes. En aquella época, estar presente en aquellas salas era una forma de poder hacer vida social en la red mucho mejor que las opciones que existían hasta entonces. La principal diferencia con la mayoría de redes actuales es que se trataba de un sistema abierto donde se podía conversar con usuarios sin necesidad de ser aceptado previamente. Eso permitía socializar muy fácilmente”, añade Soler. Fue la época dorada de los cibercafés, “la época anterior a los trols, a pesar de lo cual IRC tenía una modalidad de moderación muy inteligente y muy poco intrusiva”, opina Micó.
No hacía falta instalar nada, aunque existían clientes que ofrecían más funcionalidades, no había emoticonos, y sólo hacia falta registrarse si se quería mantener el mismo nombre de pantalla. Conversación pura y dura con una interfaz simple hasta gritar basta.
Con la llegada del nuevo milenio, “el IRC sufrió una caída de popularidad. Se produjo un cambio de hábitos donde se pasó de entrar en salas llenas de gente a utilizar servicios más personalizados”, dice Soler. Según Micó, “los servicios comerciales ofrecían un aspecto más sexy, no tenían una imagen tan freak y vinculada a según qué usos poco claros, además de ofrecer un servicio rápido y eficiente”.
Es cierto que ya no hay tanta actividad como antes, pero también lo es que sigue existiendo una fuerte comunidad que se conecta a los servidores de IRC desde rincones de todo el mundo y siguen manteniéndolo vivo, 30 años después.
Esta tecnología es un vestigio de los primeros estadios de internet, junto con el correo electrónico y el porno
Fue la primera vez que los usuarios podían usar el ciberespacio para socializar fácilmente