La Vanguardia

Los comunes buscan independie­ntes para reforzar la lista de Colau

Catalunya en Comú se juega la continuida­d del proyecto con la alcaldía de Barcelona

- MAITE GUTIÉRREZ Barcelona

El proyecto político de Ada Colau trabaja ya en su estrategia para las municipale­s a la espera de que Manuel Valls confirme si optará a la alcaldía barcelones­a y de la Crida de Puigdemont. De momento, buscan sumar a profesiona­les cercanos al socialismo.

El día que trascendió el interés de Manuel Valls por concurrir a la alcaldía de Barcelona sonaron las trompetas de Jericó en las redes sociales de BComú. Los mensajes enviados por sus integrante­s expresaban nervios primero, menospreci­o después y nervios otra vez... El susto fue morrocotud­o.

Ahora los ánimos están más calmados tras comprobar que las tres encuestas publicadas hasta la fecha sobre intención de voto en las municipale­s les dan como vencedores en Barcelona. Claro que, de momento, ningún sondeo ha medido a Colau comparada con el ex primer ministro francés ni con un eventual candidato de unidad del sector independen­tista .

La alcaldesa y su entorno aseguran sentirse con fuerza y argumentos para sujetar el bastón de mando otros cuatro años en Barcelona y ampliar su representa­ción y el número de alcaldías en el área metropolit­ana.

Todos, incluido, Xavier Domènech, el líder de Catalunya en Comú, son consciente­s de que conservar la capital catalana es crucial para consolidar su proyecto político.

“Estas no serán unas municipale­s al uso”, reconocen en la sala de máquinas de BComú. Los comicios del próximo mayo se presentan como un episodio más de la pugna entre el independen­tismo y el constituci­onalismo y en especial el gobierno de Barcelona será la unidad de medida con la que se determinar­á la victoria o la derrota de los dos bandos.

Los comunes están en medio, o al menos así se perciben a sí mismos. Colau quiere evitar que la campaña se centre en el eje nacional, en el que su partido siempre se siente incómodo, como ya se vio el 21-D cuando, en un escenario de polarizaci­ón nacionalis­ta como aquel, el suelo electoral de los comunes se hundió.

Su equipo asegura que no sosla“La yarán este debate, pero su equipo concibe una campaña de corte social y local en el que la cuestión territoria­l “quede en un segundo plano”. “Pondremos en valor que Barcelona es la ciudad que más ha aumentado su gasto social de España, el trabajo hecho contra los pisos turísticos y la lucha contra la desigualda­d”, señalan en el grupo. ¿Será suficiente tras un mandato en el que ha quedado claro que Colau no ha logrado zafarse del debate identitari­o y que todo o casi todo ha girado entorno al procés? Aseguran que a Colau no le quita el sueño el nuevo experiment­o de Carles Puigdemont, la Crida Nacional per la República, con la que el expresiden­t intenta aglutinar al independen­tismo para disputarle la alcaldía. Considera que si el soberanism­o no presenta más credencial­es que su intención de llevar a Catalunya a la independen­cia vía Barcelona los votantes urbanos les penalizará­n.

gente sabe discrimina­r y al final se tendrá que hablar de lo concreto, de lo que cada uno ofrece para resolver los problemas de los ciudadanos”, señalan en su equipo.

Los comunes ven al independen­tismo sin un proyecto real de ciudad, con un Govern pendiente de los gestos y no de mejorar y resolver las cuestiones que afectan la vida de las personas, y creen –en contra de lo que dice la experienci­a más reciente– que esto se trasladará a las municipale­s, benefician­do a las candidatur­as de los comunes en Barcelona y el área metropolit­ana. Y la misma idea aplican a Valls. Después del susto inicial los comunes no lo consideran capaz de formar un equipo solvente que compense su inexperien­cia en Barcelona y tampoco creen que el ex primer ministro pueda llegar a pactos que le permitan gobernar.

Como ya hicieron en las autonómica­s los comunes señalan a ERC y el PSC como posibles aliados en el futuro. De hecho, son sus únicas alternativ­as.

Mientras Valls o Ferran Mascarell –uno de los posibles candidatos de la Crida Nacional– intensific­an sus contactos con la sociedad civil barcelones­a, los comunes empiezan a perfilar una candidatur­a en la que pretende incorporar a activos de la veterana socialdemo­cracia barcelones­a y metropolit­ana.

A pesar de que Colau acabó expulsando –a regañadien­tes y por mandato de sus bases– a los socialista­s del gobierno de la ciudad por su compromiso con la aplicación del 155, ahora la alcaldesa aspira no sólo a tender nuevos puentes con la familia socialista sino incluso a medrar en ella incorporan­do a notables de esa órbita política.

Los comunes saben que más allá de la batalla con sus adversario­s frontales a ambos lados del tablero catalán –independen­tistas y constituci­onalistas– otro de los asuntos que se dirimirá en las próximas municipale­s es quién lidera la izquierda en el área metropolit­ana y por extensión en Catalunya.

Los socialista­s, impulsados por el viento de cola que ha traído Sánchez a las velas del PSC, lo tienen mejor ahora que hace unos meses. Para Colau no ganar la alcaldía sería un desengaño, pero perder el liderazgo de la izquierda, sería un desastre sin paliativos que arrastrarí­a a su partido en Catalunya.

ENTRE EL PÁNICO Y EL DESDÉN Los aliados de CatComú analizan de forma dispar la capacidad de sus dos adversario­s

CAMBIOS Y NUEVOS FICHAJES La alcaldesa sondea a profesiona­les cercanos al socialismo con perfil menos activista

 ?? ALEJANDRO GARCÍA / EFE ?? Colau en un acto del Tercer Sector junto al president Torra, cuyo mentor, Puigdemont, debe decidir en breve cómo afronta la batalla de Barcelona
ALEJANDRO GARCÍA / EFE Colau en un acto del Tercer Sector junto al president Torra, cuyo mentor, Puigdemont, debe decidir en breve cómo afronta la batalla de Barcelona

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