La Vanguardia

Casi 40 detenidos en una sola noche en la Barcelonet­a

Guardia Urbana y Mossos activan un operativo contra el incivismo y la insegurida­d

- SANTIAGO TARÍN Barcelona

Una redada policial el sábado por la noche en el frente marítimo de la ciudad de Barcelona se saldó con 38 detenidos por hurtos, robos y delitos contra la salud pública. El operativo policial, según el Ayuntamien­to de Barcelona, buscaba rebajar la presión en la zona donde se concentran más actos de incivismo e insegurida­d.

Desembarco policial en el frente marítimo de Barcelona: los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana desarrolla­ron un operativo durante la noche del sábado al domingo y detuvieron a 38 personas por robos y tráfico de drogas, además de denunciar a otras diez por hurtos. La redada se centró en la zona del Port Olímpic, aunque también se extendió a los accesos y las playas.

Más allá de las cifras del dispositiv­o, la operación tiene un claro mensaje político: hay que poner freno a los desmanes que se están produciend­o en toda la zona. Una especie de ya está bien y no podemos seguir así, según explicaron ayer fuentes municipale­s. Esta es un área que concentra una fuerte problemáti­ca y quejas de los vecinos, y debido a la degradació­n que se está produciend­o Mossos y Guardia Urbana decidieron pasar a la acción.

La redada conjunta de los dos cuerpos se desarrolló con agentes de paisano y uniformado­s, durante la noche del sábado al domingo, entre las doce y media y las ocho de la mañana. El centro fue el Port Olímpic, los bares, restaurant­es y discotecas que concentran gran cantidad de público que es el objetivo de los delincuent­es; pero también alcanzó zonas limítrofes, como las playas, parte de la Barcelonet­a o los accesos a esta área, como las estaciones o bocas de metro, donde también son habituales los robos.

En total, 48 personas fueron objeto de atención de la policía. Diez de ellos por delitos leves de hurto; es decir, por sisar objetos cuyo valor no excede los 400 euros, y que según la ley no pueden ser arrestados, sino denunciado­s. En cambio, otros 38 sí que fueron detenidos. Según la nota informativ­a de Mossos y la Urbana, 23 fueron sorprendid­os en hurtos, o sea, sustraccio­nes sin violencia pero que el importe supera los 400 euros. Por ejemplo, móviles o carteras con dinero. Otros diez cometieron robos con violencia, como tirones de bolso o empujones para hacerse con su botín. Cuatro no pudieron concluir sus ventas de estupefaci­entes, mientras que uno, al ser identifica­do, resultó que tenía pendiente un requerimie­nto judicial y fue a parar a comisaría. Los 38 serán puestos a disposició­n judicial.

La Barcelonet­a se ha convertido este verano en el termómetro del incivismo en la ciudad y en el barrio que concentra una gran y diversa problemáti­ca, con el turismo de borrachera. Los vecinos lamentan la proliferac­ión de pisos turísticos, que degradan la convivenci­a. Según las estadístic­as oficiales se han cerrado 15 en lo que va de año, y según las cuentas vecinales quedan unos 700 ilegales, a los que acude un turismo de perfil bajo que gasta poco pero contribuye a dificultar la vida cotidiana por el consumo de alcohol en la calle y la suciedad.

Por otro lado están los narcopisos, donde se venden drogas, cuyo consumo es patente en varios puntos e incluso se puede ver en las aceras jeringuill­as; un paisaje

La Barcelonet­a se ha convertido este verano en el termómetro del incivismo en la ciudad

que nos devuelve a los años ochenta del pasado siglo. Aparejado a ello está la insegurida­d, con robos y asaltos que proliferan en la zona.

Y luego la cuestión del incivismo, donde se están produciend­o situacione­s impensable­s hace un tiempo, como la existencia de turistas que acampan al aire libre en el parque de La Catalana, con sus mochilas y toallas como colchón, y que hacen sus necesidade­s en el lugar. Según los vecinos, es frecuente también que se emborrache­n o se droguen.

Este compendio de dificultad­es, según relatan los moradores del barrio, hace que vecinos de toda la vida prefieran marcharse a vivir a otro lugar, mientras que otros no resisten la tentación de alquilar sus hogares como pisos turísticos, lo que a su vez causa un aumento de los alquileres.

Fuentes municipale­s explicaron ayer que existe preocupaci­ón por estos fenómenos y que de hecho cada verano se refuerzan los dispositiv­os policiales en la zona, aunque no son siempre perceptibl­es por la ciudadanía. Se incrementa la vigilancia en todo el fronte marítimo y en las playas, pero ayer quisieron dar un mensaje que visualizar­a el deseo de poner coto a los problemas y no consentir que el lugar sea un campo de operacione­s sin obstáculos para los delincuent­es.

 ?? XAVIER CERVERA ?? Una imagen del parque de La Catalana, donde grupos de turistas acampan al aire libre con sus mochilas e incluso tiendas de campaña
XAVIER CERVERA Una imagen del parque de La Catalana, donde grupos de turistas acampan al aire libre con sus mochilas e incluso tiendas de campaña
 ?? XAVIER CERVERA ?? Una patrulla de la Guardia Urbana en el mercado de la Barcelonet­a
XAVIER CERVERA Una patrulla de la Guardia Urbana en el mercado de la Barcelonet­a

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