Los ciclistas exigen penas de prisión más duras
Más de 2.500 ciclistas protestan en el Baix Camp siete días después de que un conductor drogado causase el doble atropello mortal
La familia ciclista dio ayer una lección de capacidad de movilización y reivindicación en las carreteras del Baix Camp, entre Riudoms y Montbrió, en los cuatro últimos kilómetros que recorrieron el pasado domingo Esteban e Iñaki antes de que un conductor novel, drogado, les arrollase mortalmente. Más de 2.500 bicicletas llegadas de todo el Camp de Tarragona, con el apoyo de los vecinos, exigiendo la modificación del Código Penal para castigar con penas de prisión de seis a nueve años a los conductores que tras beber, drogarse o cometer una imprudencia grave arrollen y maten a ciclistas; penas de cuatro años de cárcel para quienes se den a la fuga tras causar un accidente mortal.
El conductor de 18 años que se llevó por delante a Esteban e Iñaki, de 58 años, dos amigos del alma amantes de la bicicleta, había fumado cannabis, había salido de fiesta la noche anterior y había dormido poco y mal en el mismo coche antes de coger el volante a primera hora de la mañana. El chófer, que declaró ante la juez que se durmió, estuvo detenido 24 horas antes de salir en libertad provisional hace siete días, lo que provocó la indignación de las familias y de todos los ciclistas.
“Exigimos, que no pedimos, una ley más justa, un endurecimiento de las penas para este tipo de accidentes, como algunos le llaman, yo le llamo asesinato; y para que la muerte de nuestro padre y Esteban sean las últimas que quedan impunes”, dijo Sandra, hija de uno de los dos ciclistas atropellados, llenando con sus palabras el silencio de 2.500 bicicletas clavadas sobre el asfalto.
Fue muy difícil contener el llanto en un homenaje que a golpe de pedal apeló a la lucha colectiva. Junto a la emoción, la razón de la comunidad de ciclistas y los afectados por accidentes de tráfico provocados por conductores bebidos, drogados y temerarios, muchos dados a la fuga sin socorrer a las víctimas. La Federació Catalana de Ciclisme, con su presidente Joaquim Vilaplana sobre la bicicleta, y el secretario general de la Asociación de Ciclistas Profesionales, Alfonso Triviño, también pedaleando, quisieron estar en el Baix Camp para exigir la reforma del Código Penal que se está negociando en el Congreso; también Àngel Edo y Joaquim Rodríguez (el Purito), referentes del mundo del ciclismo.
El endurecimiento de las penas, en un movimiento social unido bajo un lema (Por una ley justa) podría salir adelante este otoño si finalmente hay consenso entre las distintas fuerzas políticas, pero por ahora el acuerdo está lejos. “Con el Código Penal actual, es duro decirlo, pero la muerte de un ciclista resulta muy barata”, dijo Vilaplana. La Generalitat, con su delegado en Tarragona, Òscar Peris, quiso también apoyar las reivindicaciones de los ciclistas. “Habéis demostrado la dignidad de un colectivo unido que sale cada fin de semana a la carretera; nos hacemos nuestra vuestra reivindicación,
Cada semana salen 70.000 personas con su bici a las carreteras catalanas y el colectivo se siente desprotegido
los partidos catalanes estaremos a vuestro lado en Madrid”, dijo Peris.
Míriam, una de las dos hijas de Esteban, quiso también hablar a pesar de que la emoción interrumpió varias veces su discurso, admirable, mientras su madre no cesaba de llorar junto a un pequeño escenario montado por los aficionados ciclistas y el Ayuntamiento de Riudoms. “Papa, te aseguro que estaremos bien, tu ausencia nos dará fuerzas para corresponderte; qué afortunadas hemos sido, mama”, dijo antes de despedirse y agradecer a todos los ciclistas su asistencia.