La crisis turca hunde el euro y contagia a los mercados emergentes
La divisa europea cae por el temor a los efectos sobre la banca
La lira turca prosiguió ayer su caída a los infiernos pese a que las autoridades bancarias de aquel país aplicaron las primeras medidas para sostener la divisa desde que se iniciara la crisis. La caída de la lira turca (de hasta un 10% ayer, moderada hasta un 7,24% después; y de un 40% acumulado en lo que va de año) desató una oleada de ventas en las economías emergentes. Los inversores, temerosos del efecto contagio, se refugiaron en el dólar y en menor medida en el yen y el franco suizo. El oro y el petróleo también percibieron la aversión al riesgo de los inversores. Y el euro bajó a mínimos de trece meses (1,1413 por dólar) con unos mercados temerosos del daño que la crisis turca pueda hacerle a la banca europea.
El banco central de Turquía inyectó a primera hora de ayer 6.000 millones de dólares para reforzar la lira. También mejoró la liquidez del sistema financiero al suavizar el porcentaje de depósitos que las entidades financieras deben depositar en el banco central. Y Berat Albayrak, ministro del Tesoro y Finanzas, anunció una investigación de la fiscalía de Estambul sobre maniobras poco claras en el mercado de divisas y el endurecimiento de las operaciones con divisas.
Pero no hubo ninguna mención a la posibilidad de subir los tipos de interés, que es en realidad lo que los mercados internacionales le demandan a Recep Tayyip Erdogan, al que ven cada día más alejado de las políticas económicas ortodoxas. De hecho, el primer mandatario turco se encuentra cada vez más comprometido con una lectura conspirativa de la crisis. Se considera víctima de la traición de Estados Unidos, que el viernes castigó a su tradicional aliado en la zona con un aumento de los aranceles al aluminio (30%) y al acero (50%) que agravó el deterioro de la divisa turca.
El primer damnificado por el pánico que se desató en los mercados fue el euro, que se vio propulsado hacia mínimos de los últimos trece meses para cerrar el día a un cambio de 1,14,13 frente al dólar. La divisa europea fue víctima de la huida hacia el dólar (que se ve ahora como el valor re45.000 fugio, y en menor medida el yen y el franco suizo), pero también por los temores a los efectos que la crisis económica turca pueda tener en la banca europea.
En efecto, los bancos europeos provocaron la caída de los índices europeos. La bolsa española fue la que más se dejó, un 0,75%. Entre los bancos más afectados por sus operaciones en Turquía están el BBVA, el francés BNP Paribas y el italiano Unicredito. El BBVA tiene en Turquía alrededor de millones de euros en créditos concedidos, un 14% de su cartera. El banco perdió ayer un 3,2% de su capitalización y acumula una caída del 9,98% en las seis últimas jornadas bursátiles.
La Comisión Europea se declaró ayer “al tanto” del “potencial impacto” del efecto de la crisis turca sobre las entidades bancarias europeas.
No sólo las bolsas notaron el efecto de la crisis turca. Las primas de riesgo aumentaron a primera hora en los mercados, con especial incidencia en Italia, ahora mismo la economía más vigilada por los mercados por su incierta política económica.
En los mercados emergentes, el principal damnificado fue Argentina, donde el peso cayó a su mínimo histórico (29,75 por dólar), ya bastante deteriorado por un elevado déficit fiscal y una inflación
El temor se contagia a otros mercados y lleva al peso argentino y al rand sudafricano a mínimos de cotización
cercana al 30%. Argentina vivía una pausa dentro del periodo de inestabilidad que golpeó a sus mercados en los meses de mayo y junio, una vez que el FMI le concediera un préstamo de 50.000 millones de dólares. A media tarde de ayer, y de manera inesperada, el Banco Central de Argentina elevó la tasa de interés al 45%.
También vivió una mala jornada el rand sudafricano, divisa que sufrió en la apertura del mercado un desplome de su cotización de un 10% hasta alcanzar mínimos de dos años. Después la caída se corrigió para quedar en un 1,5%
La aversión al riesgo de los inversores se percibió en otros activos financieros. Los fondos se retiraron del petróleo, donde los futuros cayeron un 2,5% al percibir un descenso de la demanda futura. También el oro perdió un 1,3% hasta registrar mínimos de los últimos 17 meses.
Los únicos beneficiados por la crisis de la divisa turca fueron ayer los turistas. En los comercios y bazares de Estambul podía percibirse una inusitada actividad de los compradores extranjeros con tarjetas de crédito que vieron como en un par de días el valor de la divisa turca ha caído un 24%.