Albert Gómez
El Consorci de les Vies Verdes de Girona adapta una ruta para personas invidentes
PRESIDENTE CONSORCI VIES VERDES
El Consorci de les Vies Verdes de Girona ha adaptado un trazado de 1,3 kilómetros que discurre junto al río Onyar para que personas ciegas o con problemas de visión puedan pasear de forma autónoma como cualquier otro usuario.
AIsaac Padrós le invade una gran sensación de libertad mientras camina por un tramo de la vía verde que discurre en paralelo al río Onyar, a su paso por Girona. Con el telón de fondo del piar de los pájaros y el cri-cri de los grillos, toma aire y exclama “¡Esto sí que es dar un paseo!”. Desde que hace cuatro años un accidente de tráfico le hizo perder la visión, no podía hacerlo solo. Sus amigos y familiares eran su sostén para realizar algo tan básico como salir a pasear. “Siempre dependía de un brazo y eso no era libertad”, afirma este joven de 39 años.
El Consorci de les Vies Verdes de Girona, organismo dependiente de la Diputación de Girona, ha devuelto la sonrisa a Isaac y a los invidentes al adaptar el primer tramo para personas con discapacidad visual. Son 1,3 kilómetros entre la plaza de los Països Catalans y el Parc Tecnològic, en el barrio de la Creueta, pensados para que las personas que sufren problemas visuales puedan disfrutar de la ruta de una forma autónoma como cualquier otro usuario.
Isaac aún se emociona al recordar aquel fatal accidente que sufrió durante un trayecto laboral en una carretera cerca de Tàrrega cuando un conductor de edad avanzada despistado se le echó encima. Asegura que lo más duro sin duda alguna de esos largos cuatro años ha sido “el componente emocional y poder volver a hablar del accidente”. Mientras lo explica, golpea su bastón en un zócalo de plástico, una especie de guía que le permite seguir la ruta sin miedo a desorientarse. Cuando el golpeo suena metálico significa que Isaac ha llegado a una señalización con información en sistema braille. Deslizando sus dedos sobre la placa descubre los metros de vía que ha hecho y los que le quedan y también datos de interés de la zona como las veces que se ha desbordado el río Onyar a su paso por la ciudad.
También se está trabajando en una aplicación móvil que permitirá a las personas con problemas de visión conocer información de interés del tramo como el tipo de fauna o flora, posibles incidencias que pueda haber en la ruta y actividades de ocio en cuatro idiomas.
La voluntad del Consorci es ir adaptando más tramos de Vies Verdes, un trazado segregado del tráfico de unos 140 kilómetros adaptados para recorrerlos a pie o en bici, que une varias localidades de las comarcas de Girona. Actualmente se está trabajando en la Ruta del Ferro y del Carbó, nueve kilómetros entre Ripoll y Sant Joan de les Abadesses, que será una realidad en septiembre. En ambos casos, son poblaciones a las que personas con poca visión pueden llegar con transporte público.
El presidente del Consorci, Albert Gómez, explica que una de las prioridades es crear “vías inclusivas y accesibles para todos”. La actuación ha supuesto una inversión de 185.000 euros cofinanciados por la Diputación y la Generalitat.
En otoño, el Ayuntamiento de Girona instalará semáforos sonoros en los puntos de inicio y final de la ruta. Actualmente las personas invidentes deben acceder acompañadas o pedir ayuda para cruzar los pasos de cebra más próximos.
En septiembre se habilitará otra ruta para invidentes entre Ripoll y Sant Joan de les Abadesses