“Puñalada por la espalda”
Erdogan acusa a EE.UU. de “asediar” a Turquía con ayuda de “traidores”
Estados Unidos pretende “apuñalar por la espalda” a Turquía y además hay “traidores” dentro del país que ayudan al “asedio” de la economía turca. Esta es la lectura que hace Recep Tayyip Erdogan de la enésima crisis entre Washington y Ankara pero la más grave hasta el momento. El presidente turco ha llegado a amagar con partir peras con la OTAN y buscarse otros aliados. Ayer, el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, se reunió con el embajador turco en Washington, Serdar Kilic, para tratar de rebajar la tensión.
El incremento en los aranceles al aluminio (en un 20%) y al acero (50%) turcos decretados la semana pasada por Donald Trump, y que no son otra cosa que castigos o sanciones, ha acelerado el desplome de la lira turca respecto al dólar y revelado la fragilidad de la economía del país euroasiático, con efectos, por supuesto, fuera de Turquía. El Gobierno alemán, y la propia Angela Merkel, no ocultaban ayer su preocupación.
La depreciación de la lira no es ni mucho menos nueva, y algunos analistas apuntaban antes de las elecciones presidenciales del 24 de junio a que la inflación y la carestía galopantes –que afecta a productos básicos en la cesta de la compra– le costaría el cargo a Erdogan. No fue así.
Un rifirrafe que se arrastra desde hace dos años lo ha precipitado todo. Después de que Ankara acusara al imán Fethullah Gülen –asilado en EE.UU.– de ser el cerebro del intento de golpe de Estado del 15 de julio del 2016 y de que exigiera a Washington su extradición, un pastor evangelista con 20 años de residencia en Turquía, Andrew Brunson, fue detenido en octubre por supuestos vínculos con la conspiración y con el PKK kurdo. Brunson pasó a detención domiciliaria el 3 de agosto por motivos de salud. Washington ha exigido su liberación y no ha aceptado un canje con Gülen.
Este ha sido el pretexto de Donald Trump, en pleno arrebato sancionador contra Irán, Rusia y ahora Turquía .... , que de algún modo le ha facilitado a Erdogan insistir en su mensaje patriótico para tapar sus déficits en lo económico. El pasado fin de semana, el presidente pidió públicamente a los ciudadanos que cambiaran las divisas que tuvieran, dólares o euros, por liras. El Banco Central ha prometido a los bancos que asegurará su liquidez y no ha subido los tipos de interés, se cree que cumpliendo los deseos del presidente, que no quiere medidas impopulares. Ayer, durante una alocución ante embajadores turcos reunidos en Ankara, acusó a EE.UU. de “apuñalar por la espalda” a un aliado. “Turquía está siendo asediada en su economía y también en otras áreas”, dijo.
En una reacción en absoluto nueva en la Turquía de Erdogan, también se ha buscado el enemigo interno. El Ministerio del Interior anunció una investigación sobre 346 cuentas en las redes sociales que habrían “provocado la subida de la tasa de cambio del dólar”. Y la Oficina de Investigación de Delitos Financieros también está haciendo pesquisas sobre rumores según los cuales el Estado intervendría los depósitos bancarios en dólares. El propio Erdogan había dado pie a los rumores al dirigirse al sector de negocios diciendo que no acuda a los bancos a por divisas porque “tendré que poner en práctica los planes B y C”. Ayer, sin desvelar estos planes, comentó: “¿Acaso son adivinos?”, y habló de “traidores” y “terror económico”.
El pasado viernes, Erdogan publicaba un artículo en The New York Times desgranando un catálogo de agravios por parte de Washington. En su discurso de ayer insistió, diciendo a los norteamericanos: “Por un lado, se supone que sois nuestro aliado estratégico; por el otro, disparáis a vuestro aliado estratégico en el pie”. Pero se guardó de repetir lo que escribía en el diario estadounidense: “Washington debe olvidar esa noción equivocada de que nuestra relación puede ser asimétrica y asumir el hecho de que Turquía tiene alternativas”. Si EE.UU. no corrige su tendencia al “unilateralismo y la falta de respeto tendremos que empezar a buscar nuevos amigos y aliados”. Se refería, claro, a dejar la OTAN.
En el plano geoestratégico esto tendría aún mucho recorrido. Por el momento, y en términos de rescate económico, analistas citados por el Financial Times apuntaban ayer a Rusia, China y Qatar. El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, viajaba ayer a Ankara en visita de dos días, en principio para hablar de Siria pero también de relaciones comerciales. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, decía ayer que la idea de Erdogan de comerciar en moneda nacional está contemplada pero requiere “cálculos escrupulosos”.
EL ‘ENEMIGO INTERNO’
Se investigan cuentas en redes sociales por “causar” la subida de la tasa de cambio del dólar
MENSAJE A ESTADOS UNIDOS “Disparáis a vuestro aliado estratégico en el pie (...); tendremos que buscar nuevos amigos”