Barcelona y Sète ofrecen cobijo al ‘Aquarius’
Ni el Gobierno español ni el francés secundan la oferta al barco, que viaja con 141 náufragos
El Aquarius, el barco que operan Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterranee y que rescató el viernes a 141 náufragos procedentes de Somalia y Eritrea, navega al pairo a la espera de que un puerto europeo les ofrezca refugio. Como ocurrió en junio, cuando el Gobierno español abrió el puerto de València a este barco con más de 600 náufragos, otras ciudades ya han ofrecido sus muelles al navío de estas oenegés, pero las autoridades nacionales siguen sin pronunciarse.
El primer puerto en ofrecerse fue Barcelona, por boca de la alcaldesa accidental y teniente alcaldesa de Derechos Sociales, Laia Ortiz, quien subrayó que se trata de ofrecer refugio y proteger “el derecho a la vida”, recordando que son “personas que huyen y necesitan ser rescatadas”. Mientras el Gobierno español sólo ha dicho, escuetamente, “España no es el puerto más seguro porque no es el más cercano, según lo establecido por el Derecho Internacional”, el Ejecutivo francés también guarda silencio tras el ofrecimiento del puerto galo de Sète, una ciudad de unos 45.000 habitantes situada al sur de Montpellier y a unos 300 kilómetros al norte de Barcelona.
Ambos ofrecimientos pueden quedar en nada si no son secundados por los respectivos gobiernos. De hecho, el presidente del puerto de Sète, Jean-Calude Gayssot, señaló como condición previa al acogimiento “el visto bueno de las autoridades franceses”. Mientras Madrid y París siguen mudas, tanto Marine Le Pen, en Francia, como Rafael Hernando, del PP, en España, se mostraron contrarios a recibir al Aquarius. Le Pen propone cerrar los puertos a la italiana (Italia y Malta se han negado a permitir atracar al Aquarius), mientras que Hernando proponía que el barco se dirija a un puerto libio.
Las oenegés que operan con el Aquarius informaron de que los rescatados se hallan bien (tras ser atendidos de deshidratación), y en ahora disponen de suministros para dos semanas, pero instan a la Unión Europea a que ofrezca un puerto seguro cuanto antes. La Comisión Europea aseguraba ayer, a través de su portavoz, Tove Ernst, que está en contacto con “varios países de la UE” interesados en la situación del barco y a los que ofrece “total apoyo diplomático”.