Un águila vuela en Gràcia
Veintiún calles engalanadas reciben a partir de hoy las fiestas, que arrancan con el pregón de la doctora Elena Carreras
Alas siete de la tarde de hoy, el pregón de la doctora Elena Carreras dará el pistoletazo de salida a la fiesta mayor de Gràcia, que este año es recibida por 21 calles y plazas engalanadas y que cuenta con la novedad de una nueva figura festiva, un águila.
Hasta el último momento se pulirán los detalles de estas decoraciones, que forman parte ya del acervo barcelonés. Los habrá para todos los gustos. Por ejemplo, hay alusiones a mundos clásicos; a Roma en Verdi y a Grecia en la Travessia de Sant Antoni. Quien prefiera una escena más onírica puede ir a la calle Jesús, donde está el mon dels somins. Berga se ha trasformado en una jungla, y La Perla en un parque de atracciones. La plaza de la Vila acoge a los monstruos más divertidos, y Mozart recuerda al músico que da nombre a su vía. No faltan alusiones a los videojuegos en Perill, a las abejas en Joan Blanques de Baix o al Libro de la Selva en Progrés. Las 21 decoraciones compiten en el tradicional concurso anual, cuyo resultado se conocerá el día 17 a las seis de la tarde.
El pasado año la fiesta mayor cumplió 200 años. O sea, que esta edición es la 200 más una, y contará con una novedad. Un grupo de vecinos solicitó añadir una figura a las fiestas, un águila. Será una persona embutida en un disfraz de este animal, que participará en el pasacalles inicial y luego estará durante los siguientes días para recibir a los visitantes del barrio. Por cierto, un número de participantes en la fiesta que es incalculable, porque no hay forma humana de medirlos, pero que seguro que serán miles.
Las primeras noticias que se tienen de las fiestas de Gràcia se remontan a 1817, y se celebraban el 15 de mayo en honor de San Isidro, que era el patrón de los agricultores, lo cual no es de extrañar porque entonces la Vila era eminentemente agrícola. El aumento de la población y la transformación de sus ocupaciones, que les convirtieron en obreros y artesanos, motivaron el cambio de fechas.
A lo largo de este tiempo, la fiesta, como la ciudad, ha pasado por diversas vicisitudes, que han alterado su desarrollo. Hubo guerras, hubo revueltas. En los años setenta del pasado siglo, explican desde la comisión que las organiza, las decoraciones se circunscribían a las calles de Progrés y Puigmartí, además de algunas aledañas. Pero hace cuarenta, Verdi se unió a la celebración, de forma que fue la primera calle que se añadió a este núcleo para engalanarse, lo cual es una de las efemérides de este año. Fue la primera que tras la muerte de Franco decidió participar en la fiesta, como un símbolo más de la transición que vivía el país.
La organización explica que se ha hecho hincapié en la protección de la mujer, para que ellas puedan disfrutar de las jornadas con tranquilidad. Habrá un punto de información específico para mujeres en la plaza de la Revolució, y se ha procurado que los lavabos públicos estén en zonas iluminadas, para impedir acosos y excesos verbales.
Hoy tendrá lugar el pregón y la fiesta en sí comienza el miércoles, hasta el día 21. Habrá el tradicional pasacalles y la gincana de cada año. Y también habrá mucha música: más de 250 actos en los que están las actuaciones en la calle propios de una fiesta mayor. La plaza del Sol reunirá más el folk; la del Diamant, el swing y en la del Poble Romaní habrá mucha rumba. Ya llega la fiesta mayor de Gràcia.
Tras la muerte de Franco, Verdi fue la primera calle que se unió al núcleo que se engalanaba