La Vanguardia

El Tigre recupera su territorio

Tiger Woods vuelve a embelesar a los amantes del golf y regresa al equipo estadounid­ense de la Ryder Cup

- ANTONI LÓPEZ TOVAR

Ni el más incondicio­nal de sus seguidores hubiera imaginado el resurgir del hombre que hace poco más de un año aparecía ojeroso y desmejorad­o, con aspecto de estar cansado de todo, en la fotografía de una ficha policial. Desde que se adjudicó su decimocuar­to y último grande en el 2008 el mítico Tiger Woods ha visitado unos cuantos infiernos, a cual más profundo y tenebroso, muy cerca del punto de no retorno. El Tigre california­no fue una especie en vías de extinción, pero después de algunas señales positivas, como su excelente actuación en el Open Británico en julio, su recuperaci­ón quedó certificad­a el pasado fin de semana con un segundo puesto en el PGA aclamado por la afición como si hubiera sido una victoria. Con 42 años, una edad correcta para la práctica del golf profesiona­l, los zarpazos de genio de Woods, que persiguió su 15.º major hasta los últimos hoyos, volvieron a embelesar a los expertos y a provocar continuos rugidos de admiración del público de Bellerive, en Saint Louis. El estadounid­ense Brooks Koepka, 28 años, consiguió resistir el ataque de un Tigre que vuelve a luchar por su territorio.

Woods escala 25 puestos y se sitúa como 26.º jugador del mundo. Pero más que los resultados, son la magia, la mirada de depredador, la convicción en el manejo de los hierros, lo que va anunciando su regreso. Jim Furyk, capitán del equipo estadounid­ense, anunció ayer la incorporac­ión del golfista de Florida al equipo de la Ryder Cup que se enfrentará a Europa a finales de septiembre en París. “No creo que los números sean lo importante. Lo que importa es lo bien que ha jugado Tiger (en el Campeonato de la PGA)”, argumentó Furyk. “Su juego es único. Es genial verlo jugar bien. Para mí los números están bien para mirarlos, pero no siempre son lo más importante. Queremos jugadores que nos ayuden a tener éxito”, agregó. La última vez que Estados Unidos se adjudicó la Ryder Cup, bianual, fue en 1993.

La salud es la clave de la recuperaci­ón de un Tiger que describe como “un infierno” sus últimos años. Hurgando en sus 14 grandes y 79 victorias aparecen, además de los escándalos en su vida privada,

EL REGRESO

Brilló en Florida en marzo, luchó por el British Open en julio y ha entusiasma­do en el Campeonato PGA

UN BACHE PROFUNDO

Hace 10 años ganó su último grande; desde entonces, 12 operacione­s y numerosos escándalos

12 intervenci­ones quirúrgica­s, nueve de las cuales complicada­s: cuatro en la espalda y cinco en la rodilla izquierda. La última vez que pasó por el quirófano, en abril de 2017, fue para reparar un disco dañado de la espalda al objeto de liberar presión del nervio para que las vértebras no sufrieran. Seis meses después, su futuro seguía en la cuerda floja: “Mi agenda es ahora mismo la que me dicte mi cirujano. Simplement­e, no sé lo que mi cuerpo me va a permitir hacer”. En medio de una dolorosa rehabilita­ción, Woods tuvo que adaptar el swing a sus nuevas condicione­s físicas y modificar sustancial­mente sus sistemas de entrenamie­nto. Después de una ausencia de 17 meses regresó al circuito de la PGA en enero. Aunque tuvo que retirarse por problemas de espalda de un torneo en Dubái a principios de febrero, su imagen había experiment­ado una profunda mejora respecto a la que aparece en la ficha policial abierta a finales de mayo de 2017. El jugador pasó unas horas en una comisaría de Jupiter (California) tras ser detenido a las tres de la madrugada por conducir bajo los efectos de sustancias tóxicas. Atribuyó el arresto a “una reacción inesperada a medicament­os con prescripci­ón” y se mostró profundame­nte arrepentid­o: “Haré todo lo que esté a mi alcance para que no me vuelva a suceder”, prometió. Pero no era su primer problema con el coche: en 2009 se empotró de madrugada en la entrada de una de sus residencia­s. Y poco después afloraron las numerosas infidelida­des que condujeron al divorcio de su esposa, la modelo Elin Nordegren.

El Tigre ha recorrido la senda de los quirófanos, las adicciones, los escándalos o la promiscuid­ad. Ni el más optimista de su legión de admiradore­s podía imaginar una salida a lo que parecía una espiral de autodestru­cción, pero el mítico golfista ha emprendido el camino de regreso a su territorio verde.

 ?? JERRY LAI / REUTERS ?? Woods celebrando un birdie en el hoyo 18 en la ronda final del PGA Championsh­ip, el pasado domingo
JERRY LAI / REUTERS Woods celebrando un birdie en el hoyo 18 en la ronda final del PGA Championsh­ip, el pasado domingo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain