Barcelona blindará el homenaje a las víctimas del 17-A, que será íntimo y breve
Las policías preparan los actos de la Rambla, que se cerrará al público, y de la plaza Catalunya
Un acto sobrio, íntimo y blindado por los cuerpos policiales. Así será el homenaje a las víctimas de los atentados del 17-A. Los afectados serán recibidos en el Ayuntamiento de Barcelona, irán hasta el mosaico de Miró de la Rambla –que estará cerrada al público– y, finalmente, se celebrará un acto institucional en la plaza Catalunya. La Generalitat participará en estos homenajes, pero ha añadido otros ante la prisión de Lledoners o en Ripoll después de desavenencias al respecto con el Consistorio.
Un acto sobrio en el que los únicos protagonistas serán los familiares de las 16 personas asesinadas el pasado 17 de agosto en Catalunya. Los demás asistentes, personalidades, políticos e incluso el jefe del Estado deberán ocupar un lugar secundario. Con estas palabras definen en el Ayuntamiento de Barcelona los actos que este viernes se celebrarán en la capital catalana coincidiendo con el primer aniversario de los ataques yihadistas.
Los distintos equipos de seguridad de la Zarzuela, Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana llevan desde la semana pasada reunidos ultimando los detalles centrados en tres escenarios. El encuentro en el Ayuntamiento de Barcelona, el paseo en comitiva hasta el mosaico de Joan Miró en la Rambla, donde se realizará una sencilla ofrenda floral. Y el acto final en la plaza Catalunya, de poco más de 20 minutos, al que los participantes llegarán en autocares y en el que se hará lectura de poemas, se escucharán canciones y la periodista Gemma Nierga pronunciará las únicas palabras, emotivas, en nombre de la ciudad.
El Rey, en compañía de la Reina, participará en el acto central que tendrá lugar en la plaza Catalunya, y así consta ya en la agenda oficial de la Casa del Rey. No se menciona la presencia de los Reyes en los actos que tendrán lugar el sábado en Cambrils.
Todo el recorrido estará blindado para permitir que los familiares de las víctimas puedan vivir con recogimiento el momento. Los espacios de cobertura para los medios de comunicación están a una distancia intencionada para respetar esa intimidad. El lugar de concentración será la plaza Catalunya, donde el acto está abierto al público, pero, de nuevo, las víctimas estarán en el centro del escenario.
A primera hora de la mañana, la alcaldesa Ada Colau recibirá a los miembros del Govern, que cruzarán a pie la plaza Sant Jaume, en cuanto finalice una reunión extraordinaria del Consell Executiu. Hasta allí se desplazará también el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañado de los ministros de Interior, Fernando Grande-Marlaska; Política Territorial, Meritxell Batet, y Defensa, Margarita Robles, y de la delegada del Gobierno, Teresa Cunillera.
Las familias de los asesinados, aunque no todas porque algunas –tal es el caso de los padres y el hermano de Pau Pérez– prefieren que el día transcurra en la intimidad, ya estarán en el edificio del Ayuntamiento. Juntos descenderán a pie por la calle Ferran hasta la Rambla.
En el mosaico de Miró el Consistorio habilitará unos maceteros gigantes donde los familiares podrán hacer su ofrenda. Luego este espacio se abrirá a todo el público. La Rambla estará cortada al tráfico todo el día. Tras la ofrenda, el séquito será conducido en autocares hasta la plaza Catalunya. Allí se unirán los supervivientes de cualquiera de los ataques. Al terminar, el Ayuntamiento ha habilitado el palacete Albéniz para acoger a los familiares.
La Generalitat tendrá el mismo papel que las demás instituciones. El president Quim Torra, que participará en la ceremonia, estará por la tarde en el “homenaje a los servidores públicos” que se hará a la puertas de la cárcel de Lledoners. Será en la otra agenda del 17-A.
Los familiares saldrán de la plaza Sant Jaume y descenderán a la Rambla, y de allí, a la plaza Catalunya