Ultraje a Waterloo
El consulado de Bélgica en Barcelona amanece con pintadas contra este país europeo y el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont.
El consulado de Bélgica en Barcelona amaneció ayer con pintadas contra este país y el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, que ha fijado su residencia en la ciudad belga de Waterloo desde que huyó de Catalunya.
La entrada del edificio que alberga el consulado, situado en la Gran Via, apareció llena de mensajes, con pintura roja, en los que se acusaba a Bélgica de ser “cómplice” del independentismo. “Bélgica, refugio de delincuentes”, “Bélgica, cómplice del separatismo” o “Puigdemont a prisión” son algunas de las invectivas que se podían leer. Los mensajes estaban firmados por el partido Falange, aunque esta organización no ha reivindicado estar detrás de esta acción.
El cónsul belga en Barcelona, Didier Verwaerde, explicó que el cuerpo consular no se siente amenazado. “Hay pintadas todos los días” en multitud de sitios, argumentó, y destacó que el consulado abrió sus puertas ayer y trabajó con normalidad. Verwaerde indicó también que estaba a al espera de recibir instrucciones del Ministerio de Asuntos Exteriores sobre si interponer una denuncia por los hechos.
Mientras, los Mossos d’Esquadra han abierto ya una investigación para identificar al autor o autores de las pintadas. Agentes del cuerpo de los Mossos se pusieron ayer en contacto con el consulado y más tarde acudieron al lugar para llevar a cabo una inspección ocular de las pintadas.
Puigdemont ha vuelto recientemente a Waterloo, después de que la justicia alemana levantara las medidas cautelares que le impedían abandonar el país germano. El expresident recibe a menudo la visita tanto de sus compañeros de partido como de miembros del Govern y del grupo parlamentario de JxCat, además de la de ciudadanos catalanes anónimos.