Erdogan pide el boicot para los iPhone y la electrónica de EE.UU.
El presidente turco mantiene una retórica beligerante el día en que la lira mejora
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, mantuvo ayer el pulso verbal que libra con Estados Unidos al pedir públicamente el boicot a los productos electrónicos procedentes de la primera economía del mundo. Las declaraciones de Erdogan suponen una escalada en el conflicto comercial que le enfrenta con EE.UU. y que ha ayudado a hundir la cotización de la lira turca en casi un 25% en unos pocos días. Sin embargo, fuentes próximas al Ministerio de Finanzas y al banco central turco indican que se han abierto ya vías para negociar la aplicación de medidas con las que corregir el rumbo de una economía sobrecalentada, con una inflación que supera el 15%.
“Vamos a aplicar un boicot a los productos electrónicos –declaraba ayer Erdogan–. Si ellos tienen el iPhone, al otro lado está Samsung, y también está nuestro Vestel”. Los productos Apple son muy utilizados en Turquía. Incluso por el propio presidente. Durante la tentativa de golpe de Estado de julio del 2016, Erdogan lanzó un llamamiento a sus partidarios a través de FaceTime, una aplicación desarrollada por Apple. La llamada al boicot de estos productos cosechó una reacción limitada en las redes sociales, en las que numerosos internautas precisaron que con la pérdida de valor de la lira, pocos turcos tendrían la posibilidad de hacerse con los productos Apple.
La lira turca recuperó ayer algo de los colores perdidos (un 16% el viernes y otro 8% el lunes) frente al dólar. Al mediodía cotizaba a un cambio de 6,54 liras por dólar, lo que suponía una apreciación del 5% en relación con el cambio del lunes. El deterioro de la divisa turca ha desencadenado en las últimas horas una oleada de inestabilidad en los mercados emergentes, en los cuales algunas divisas
han marcado mínimos de los últimos años frente a la divisa estadounidense. Ha sido el caso del rand sudafricano, del peso argentino o de la rupia india.
Sin embargo, la estabilización de la economía turca dependerá de que el ministro de Finanzas y del Tesoro, Berat Albayrak –yerno de Erdogan–, convenza a los analistas de que el presidente turco no mantiene un férreo control sobre la economía turca. Erdogan es reacio a aplicar una subida de los tipos de interés, que es lo que le demandan los inversores para controlar la elevada inflación. Erdogan no quiere considerar la aplicación de un ajuste económico que tendría un alto coste en su popularidad.
Pero la retórica de Erdogan, un hombre propenso a hacer lecturas conspirativas de las críticas que se le hacen, tiene también sus límites. Ayer, mientras seguía lamentándose de que su país “es el objetivo de una agresión económica” y hablaba de complot, diversos
Los lobbies empresariales apremian al entorno del presidente para encontrar una solución
lobbies empresariales hacían llegar a su entorno que debe abandonar la actual línea de confrontación con Estados Unidos y aplicar una política económica ortodoxa y compatible con las opiniones de los mercados financieros.
El lunes, el embajador de Turquía en Washington mantuvo una reunión con el consejero de seguridad nacional de Donald Trump, John Bolton. “Le ha transmitido un mensaje: las presiones y las amenazas no causarán más que el caos en las relaciones con Turquía”. Mañana jueves, Berat Albayrak sostendrá una reunión con centenares de inversores extranjeros a través de videoconferencia, según la agencia de información NTV.
Lo que parece un compás de espera en el conflicto turco provocó una calma relativa en los mercados europeos y emergentes, que siguen a la espera de que la crisis se encauce. La mayor parte de las bolsas emergentes arrancaron el día con subidas. Menos suerte tuvieron los bancos europeos con mayor volumen de negocio en Turquía, que todavía cedieron porcentajes de su capitalización durante la jornada.