Más de 2.000 personas bajo control en el brote de ébola de Congo
Con 49 muertos y más de 2.000 personas bajo vigilancia, el número de víctimas de la epidemia de fiebre hemorrágica del ébola ha aumentado gradualmente durante 18 días en la región oriental de la República Democrática de Congo (RDC), con los controles sanitarios debilitados por la violencia de grupos armados y por los desplazamientos de la población.
El brote registrado el pasado 1 de agosto en la provincia de Kivu Norte ha causado la muerte a 49 personas de los 90 casos registrados, según el último boletín de situación epidemiológica que ofreció el Ministerio de Sanidad congoleño el pasado sábado.
La dirección general de Control de Enfermedades informó de 22 muertes entre los 63 casos confirmados por pruebas de laboratorio mediante muestras, y otras 27 muertes probablemente debidas al ébola, al haberse encontrado un “vínculo epidemiológico” con el virus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya anunció el pasado viernes que espera más casos y que, por la dificultad que supone la presencia de grupos armados para la libre circulación de los equipos sanitarios, se desconoce si todos los canales de transmisión del virus han podido ser identificados de forma adecuada.
La mayoría de las muertes (39) se produjeron en la aldea agrícola de Mangina, a 30 kilómetros al sudoeste de Beni, donde se originó la epidemia. También se han registrado tres muertes en la provincia vecina de Ituri.
Los equipos sanitarios de campo han identificado hasta el momento 2.157 personas que según el Gobierno de la RDC podrían haber estado en contacto con el virus.
Los profesionales de la salud están haciendo un “trabajo colosal para observar estos contactos, continuar la búsqueda activa de casos y preparar el terreno para los equipos de vacunación”, según el Ministerio de Salud congoleño.
En estos momentos se combate la enfermedad con la vacunación de esos posibles contactos y con la molécula terapéutica Mab114. Este tratamiento experimental, a partir de suero de un superviviente de 1995, se está probando en algunos pacientes.
La OMS espera más casos y desconoce si se han identificado todos los canales de contagio del virus