Brotes xenófobos en Alemania tras un asesinato
Grupos ultraderechistas emprenden una ‘caza del inmigrante’ en Chemnitz
Desde el domingo, cuando un alemán falleció en una disputa callejera –hecho por el que se detuvo a un iraquí y un sirio–, se han registrado brotes xenófobos en el land alemán de Sajonia. Grupos ultraderechistas persiguieron a inmigrantes y causaron disturbios y heridos.
La mecha de la xenofobia ha prendido en el land alemán de Sajonia, donde desde hace al menos cuatro años las posturas de extrema derecha antiinmigración ganan adeptos en parte de la ciudadanía. En Chemnitz, localidad de 245.000 habitantes, se vivieron el lunes y el domingo violentos disturbios protagonizados por ultras, aderezados con saludos hitlerianos y acoso a personas de aspecto extranjero, que la policía apenas pudo contener. El detonante fue la muerte el domingo a cuchilladas de un alemán en una fiesta popular. Los presuntos agresores, un sirio y un iraquí, fueron detenidos el lunes.
Ayer en rueda de prensa en Berlín, la canciller democristiana, Angela Merkel, había calificado de “incidente horrible” el acuchillamiento de Chemnitz. Y sobre lo ocurrido después dijo: “Tenemos grabaciones de vídeo en las que se ven persecuciones colectivas, hubo disturbios, hubo odio en la calle, y eso no tiene nada que ver con nuestro Estado de derecho”. La inquietud en Alemania crece, mientras la situación dista de apaciguarse. En Chemnitz, el movimiento de extrema derecha Pro Chemnitz ha convocado otra marcha para mañana.
Anoche, la capital del land, Dresde, feudo del movimiento islamófobo Pegida (Europeos Patrióticos contra la Islamización de Occidente), fue escenario de una parca concentración xenófoba (apenas 80 personas, según la prensa local), y de una contramarcha de los Verdes a la que acudieron 150 seguidores.
En Chemnitz, el bucle de violencia estalló el domingo al trascender el fallecimiento de un alemán de 35 años de origen cubano, Daniel H., carpintero, casado y padre de un hijo. Tras un “altercado verbal”, se desató una disputa que implicó a varias personas de varias nacionalidades, entre ellas el sirio y el iraquí detenidos, de 23 y 22 años. Según los investigadores, apuñalaron repetidamente a la víctima “sin justificación”. Hubo además dos heridos.
Ese mismo domingo se produjo, según relató la portavoz policial Sonja Penzel, una convocatoria de neonazis en redes sociales para demostrar a los extranjeros “quién manda aquí”. La secundaron unas 800 personas, la mayoría hombres. Los vídeos captaron escenas de persecución y acoso a extranjeros: constan al menos tres casos, contra un afgano, un sirio y un búlgaro.
La situación refleja “una nueva dimensión de la disposición a la violencia”, acrecentada por la “difusión de mentiras”, dijo ayer el responsable de Interior de Sajonia, el democristiano Roland Wöller. El lunes fueron convocadas dos manifestaciones antagónicas, una de extrema derecha y otra de rechazo a la xenofobia. A la primera se presentaron 6.000 manifestantes, muchos de ellos venidos de otros lugares de Alemania, según aseguró Wöller. Era una marcha aplastantemente masculina. A la segunda acudieron un millar de personas.
Hubo lanzamientos de botellas y material pirotécnico, y al menos seis personas resultaron heridas, mientras la policía de Chemnitz admitía no haber movilizado a suficientes agentes (patrullaban 600) para una tarde que, dados los antecedentes del domingo, se preveía conflictiva. Las imágenes televisivas mostraron a ultras intentando romper el cordón policial, algunos haciendo el saludo nazi, que está prohibido en Alemania. Ayer, la policía sajona abrió investigaciones por esos saludos hitlerianos (se trata de diez casos, según informó en Twitter). Uno de ellos lo hizo en plena conexión en directo de un reportero de la cadena RTL.
El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) saltó de inmediato sobre la cuestión. Tras los sucesos del domingo, el diputado de la AfD Markus Frohnmaier tuiteó: “Si el Estado ya no puede proteger a los ciudadanos, entonces las personas salen a la calle a protegerse a sí mismas. Así de simple. Hoy es una obligación ciudadana parar la mortal ‘migración del cuchillo’. ¡Podía haberle ocurrido a tu padre, a tu hijo o a tu hermano!”.
En Chemnitz, como en el resto de Sajonia, hay una fuerte implantación de la AfD, que ha sabido captar un malestar difuso en el este contra las élites políticas, que va más allá del rechazo a los inmigrantes.
EL DETONANTE DE LOS SUCESOS Un sirio y un iraquí acuchillaron a un alemán en una disputa; ya han sido detenidos
LA REACCIÓN DEL PRIMER DÍA Neonazis perseguían el domingo en Chemnitz a personas de aspecto extranjero