El diablo está en los detalles
La versión francesa de la demanda de Puigdemont en Bélgica contiene una errata que tergiversa una frase de Llarena
El embrollo del pleito planteado por los abogados del expresident Puigdemont contra el juez Pablo Llarena ascendió ayer un nuevo peldaño al desvelarse que en la traducción de una de las principales pruebas de cargo que esgrimen en su demanda ante el tribunal belga está mal traducida al francés.
El pasaje en cuestión es el texto literal de una entrevista concedida por el juez Pablo Llarena a diversos medios en Oviedo en la que el juez realiza unas consideraciones sobre la naturaleza de los delitos políticos y del caso del que le tuvo ocupado desde el pasado mes de diciembre: la instrucción del sumario del 1 de octubre.
El error consiste en que mientras en el texto original, en español, Llarena sugiere en sus declaraciones, en términos condicionales, que los imputados en el caso podrían haber cometido delitos que el Código Penal español contempla, en la versión que se entregó traducida al juzgado francófono de Bruselas el juez da por hecho que sí se cometieron esos delitos. La frase (que se reproduce en esta misma página) es la que induce a los letrados que representan los intereses del expresident de la Generalitat a sostener que el magistrado del Supremo no era imparcial y en consecuencia sus actuaciones en el caso estaban viciadas.
La versión francesa, no obstante incluye también una reproducción de la frase original, sin la crucial errata.
La trascendencia del error llevó a los abogados del expresidente y de los exconsellers que le acompañan en Bélgica y en esta causa a tener que admitir la alteración, asegurar que “había sido involuntaria” y anunciar que comunicarían oportunamente la errata al magistrado.
El descubridor del gazapo fue un minucioso lector que dio a conocer este diabólico detalle de la demanda civil en su cuenta de Twitter (@troqueliano).
Lo que resulta aún más llamativo es que la demanda presentada ante el juez belga en francés tiene una versión traducida al español por un traductor jurado, que, en cambio no comete el error de la versión original y mantiene la correcta frase en condicional que pronunció Llarena en Oviedo. Esta demanda traducida es la que se cursó al decano de los tribunales de Madrid para que el juez Llarena recibiera la citación que le ha enviado el juez belga para que él o un representante suyo acuda al juzgado el próximo día 4 de septiembre cuando se dilucidará si el si admite a trámite la demanda.