El lector expone Ciclistas vulnerables
Durante estas vacaciones he sido ciclista ocasional varios días, en los que he intentado esquivar las carreteras en mis rutas por caminos rurales. Pero aun así he tenido que circular en algún momento por carreteras de varios tipos y he podido constatar, una vez más, el elevadísimo peligro que supone este deporte para los ciclistas.
Poquísimos coches respetan el metro y medio obligatorio para adelantarte, y cuando hay un arcén que permite rodar fuera de la calzada, algunos deben de pensar que ya no estás en la carretera y que no hay que respetar distancia alguna, pues te adelantan a un palmo. Otros invaden el carril contrario, aun viniendo coches de cara, sin reducir lo más mínimo la velocidad o delante de una curva sin visibilidad, y obligan a los demás a meterse en su arcén, si lo hay, para no chocar de frente. Pero lo peor es cuando, además de casi atropellarte, te increpan por la ventanilla diciéndote cosas que afortunadamente la velocidad hace que se pierdan en el aire, pero que te hacen sentir culpable de intentar practicar un poco de deporte.
Por los caminos de tierra te encuentras con los que disfrutan de sus todoterrenos levantando una nube de polvo sin importarles asfixiar al pobre ciclista o que incluso te tocan la bocina para que te apartes sin esperar a un tramo en que pasemos los dos.
No me parece que haya mucha conciencia de respeto a la integridad del ciclista y los casos de atropello siguen aumentando. Habría que hacer más campaña de concienciación de la vulnerabilidad de los ciclistas en la carretera.
PEDRO ALAINZ FLORES
Barcelona