El Oeste desquiciado
Los hermanos Coen presentan en la Mostra de Venecia La balada de Buster Scruggs, una surrealista antología del western en seis episodios que los directores de Fargo y No es país para viejos han realizado de la mano de Netflix.
Un pistolero cantarín, un ladrón de bancos gafado, un rapsoda sin brazos ni piernas al que su patrón acaba cambiando por una gallina, un viejo buscador de oro amenazado por la rapiña, una casadera desafortunada, y un variopinto grupo de viajeros metidos a presión en la diligencia son los protagonistas de los seis episodios de La balada de Buster Scruggs: la surrealista antología del Western que, de la mano de Netflix, los hermanos Joel y Ethan Coen presentaron ayer en Venecia. El filme se anunció en su día como serie, pero finalmente es un largometraje. Los seis capítulos no guardan conexión argumental entre ellos, aunque los Coen han intentado dar cierta coherencia a los temas musicales. El tono de los primeros relatos es hilarante y loco, sobre todo el del vaquero cantante al que encarna Tim Blake Nelson y el atracador interpretado por James Franco. Después, la risa da lugar a la retranca. Y, al final, las peripecias de los personajes se hacen tristes y sombrías. El conjunto es irregular, aunque sin perder nunca la marca de la casa. En la presentación, Joel Coen tuvo palabras de elogio para Netflix: “El hecho de que haya compañías que estén financiando y produciendo películas fuera de la corriente dominante es importantísimo”, dijo.