El veraneo de los votantes

Los electores independentistas son los más reacios a las vacaciones de sol y playa, y los de Ciudadanos y PP, los más partidarios

No era una canción del verano, pero Y cómo es él se ha convertido en un clásico cuya letra serviría de guión para cualquier encuesta sobre las actividades veraniegas de los votantes españoles. Una de las preguntas clave de la melodía de José Luis Perales es precisamente “a qué dedica el tiempo libre”. Y en esa indagación se afana un sondeo del CIS que revela, por ejemplo, que los votantes de Ciudadanos son –seguidos de los de Podemos– los que en mayor proporción dedican el tiempo de ocio vacacional a acudir a bares y discotecas. En cambio, quienes menos frecuentan esos establecimientos serían, de acuerdo con la encuesta, los electores del PDECat.

Sin embargo, si hay un elemento que distingue aún más a los diferentes grupos de votantes es el destino de sus vacaciones. El antagonismo no puede ser más claro cuando se trata de elegir entre mar o montaña. Más del 40% de los votantes de Cs, el PP o el PSOE, que pueden hacerlo, son partidarios de viajar a destinos de sol y playa, mientras que los electores independentistas catalanes muestran una clara preferencia por los viajes rurales. Sólo el 13% del electorado del PDECat se inclina por la playa, frente a casi el 60% que prefiere destinos de interior. Y también opta por el mundo rural el 41% de los votantes de ERC y el 31% de los de Podemos (en contraste con algo más del 20% de los del PP o Cs).

Esos antagonismos se aprecian también en el destino geográfico de las vacaciones para quienes realizan viajes turísticos. Puestos a elegir entre España o el extranjero, los más partidarios de viajar por España son los votantes del PSOE. Casi un 80% del electorado socialista opta por destinos locales, lo mismo que un 68% de los votantes del PP. El porcentaje cae por debajo del 60% entre los electores de Podemos y Cs y se invierte entre el votante independentista. La mitad de los electores de Esquerra que realizan un viaje turístico eligen el extranjero, y sólo un tercio opta por España. Los del PDECat, en cambio, se muestran más divididos al respecto.

Por el contrario, la unanimidad es notable a la hora de plantearse cambios de destino vacacional. Un 75% de los electores del PP, el PSOE o el PDECat apuestan por la variedad, y esa tasa supera de largo el 80% entre los votantes de Cs, Esquerra o Podemos. Casi un 90% de estos últimos optan por diversificar el paradero de las vacaciones anuales.

La unanimidad vuelve a romperse, no obstante, cuando se plantea el objetivo de los viajes de vacaciones. Entre descansar o evadirse de la rutina, casi la mitad de los votantes socialistas se inclina por la primera opción. En cambio, sólo un 18% de los electores de ERC se propone descansar, mientras que un 23% aspira a evadirse de la rutina. Y las cifras son aún más equilibrados entre el electorado del PDECat: menos del 40% se plantea descansar, frente a un 35% que sueña con “romper con la vida cotidiana”.

Finalmente, no todos los votantes viven del mismo modo el retorno a la cotidianidad. Mientras sólo el 11% del electorado nacionalista asume con “pereza y temor” la vuelta de las vacaciones, la insatisfacción alcanza a casi el 30% de los votantes de Podemos. De hecho, el 50% del electorado del PDECat se muestra satisfecho de volver al trabajo. En cambio, los votantes de Cs y ERC registran tasas casi idénticas de satisfacción (o de pereza y temor) por el regreso de vacaciones. Hay cosas que no cambia ni la identidad.

El elector del PDECat es el que vuelve más contento al trabajo, y el de Podemos, ERC o Cs, el que siente más pereza