Harto de extremistas
Me desagradan todas las actitudes extremistas, desde falsos republicanos separatistas hasta unionistas extremistas. Creo que hemos de intentar pacificar nuestra sociedad y nuestra ciudad, Barcelona. También pienso que si existen unas normas de juego político hay que respetarlas, y no utilizar claves de exaltación que sólo conducen a más enfrentamientos sociales.
Si hacemos un análisis concienzudo, sólo falta sentarse en una mesa y dialogar. Ese diálogo tendría la aportación inestimable de reflejar un abrazo democrático que terminaría con la dependencia judicial interna y externa a la que nos han abocado separatistas y unionistas.
Los ciudadanos estamos hartos de tan poca fidelidad a los valores democráticos que demuestran nuestros políticos. Si creemos en las libertades, luchemos por la pacificación y por terminar con esta maraña de enfrentamientos absurdos. Una mesa, agua y ganas de dialogar y unir esfuerzos, en Barcelona. El Ayuntamiento podría propiciar el diálogo y nosotros todos, aplaudirlo y apoyarlo. ANTONIO CORTADA GARCÍA Barcelona