Niños felices
Las ventanas abiertas en verano nos acercan los sonidos de las televisiones, las conversaciones, y también las peleas de los vecinos. De un tiempo a esta parte oímos gritos e insultos irreproducibles, estropicio de objetos, y finalmente llantos desesperados de una criatura que no debe de tener más de dos años. Un infierno que nos obliga a preguntarnos cómo será la vida de esa criatura cuando sea mayor.
Los tres primeros años son decisivos para el desarrollo de los niños, y para la formación de su carácter, aunque no lo recordemos de adultos. El maltrato dentro de la familia deja una herida casi incurable, si bien no determina los comportamientos posteriores ya que hay una personalidad biológica básica que depende de la herencia por la cual podemos ser más o menos empáticos, lo que puede evitar la reproducción de la violencia.
Según David Bueno, investigador, profesor y divulgador científico, se ha comprobado que decir cosas agradables a una mujer durante la gestación, influye favorablemente en el cerebro del feto, que tendrá más capacidad para gestionar las emociones en el futuro (Neurociencia para educadores). Los niños tratados con amor y respeto se valoran más, lo que es necesario para el desarrollo de la inteligencia (junto con el juego libre), y lo que contribuirá a que sepan tratar con respeto a los demás. Los niños maltratados aprenden a hacerse daño y a hacerlo a los demás. Sin embargo, los resilientes, que han superado todo tipo de traumas, nos han señalado vías de curación también aplicables en la educación de las emociones, que son tan necesarias para la supervivencia y también para el aprendizaje.
La capacidad de los niños para la felicidad es tan grande que incluso en circunstancias adversas, con un poco de amor y suficiente libertad lúdica, son capaces de disfrutar de la vida. Les recomiendo, porque ilustra meridianamente esta capacidad, la multipremiada película The Florida Project, que transcurre en moteles marginales, junto al parque de atracciones Walt Disney en la Florida americana.