Cadena ralentizada
La firma prevé parar hasta once días en los próximos meses, según los sindicatos
La planta de Seat en Martorell dejará de producir hasta 10.000 vehículos de septiembre a diciembre de este año como consecuencia de los ajustes que se harán para adaptar la fabricación al ritmo más lento de llegada de los nuevos motores homologados por la multinacional automovilística.
La planta de Seat en Martorell (Baix Llobregat) dejará de producir hasta 10.000 vehículos de septiembre a diciembre de este año como consecuencia de los ajustes que se realizarán para adaptar la fabricación al ritmo más lento de llegada de los nuevos motores homologados por la multinacional automovilística. El presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero (UGT), explicó ayer a Efe que los problemas de abastecimiento de estos motores han llevado a la compañía a acordar el cierre en septiembre de la línea 1 de producción de Martorell durante cuatro sábados y de la línea 2 durante otros dos sábados adicionales. Además, la línea 1 de la planta dejará de funcionar este mes durante dos domingos en el turno de noche, mientras que está previsto que se deje de producir otros tres días más entre semana en la misma línea.
Fuentes oficiales de Seat dijeron ayer que, sobre esta cuestión, “no tenemos nada que comentar hasta que la próxima semana se acuerde con los sindicatos las medidas que adoptar”. Las mismas fuentes añadieron que “no tenemos nada que añadir de momento ni sobre el volumen [10.000 coches producidos menos] ni sobre los días [hasta once con posibles paros]”.
La revisión a la baja de los planes de producción de Seat para lo que queda de año supondrá que la planta de Martorell dejará de ensamblar unos 7.000 automóviles en septiembre, una cifra que podría elevarse hasta cerca de los 10.000 coches con las medidas de ajuste que se deberán tomar entre octubre y diciembre. Pero los sindicatos no parecen demasiado preocupados por el ajuste, que llega en un año buenísimo para Seat. Entre otras cosas, porque los ajustes en la producción afectarán primordialmente a turnos extra de fin de semana.
“La flexibilidad laboral que da el convenio colectivo de Seat y el buen trabajo de presión que ha llevado a cabo la dirección de la marca Seat en el Grupo Volkswagen va a hacer posible llevar a cabo este reajuste sin tener que tomar medidas más duras como las de la planta del consorcio alemán en Pamplona”, aseguró ayer Matías Carnero.
La falta de motores y el declive del diésel ha llevado a los sindicatos y a la dirección de Volkswagen (VW) Navarra a alcanzar un acuerdo para cerrar la planta de Pamplona ocho días, entre ayer y el próximo 12 de septiembre, con la aprobación de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Esta medida está descartada por ahora en la planta de Martorell.
Por esta razón, el presidente del comité de empresa de Seat señaló ayer que la solución que se ha acordado para la primera fábrica de Catalunya aporta mucha tranquilidad a la plantilla, que, según el sindicalista, “no tiene nada que temer”.
De cara al 2019, Carnero cree posible que los mismos problemas de la actualidad continúen y la escasez de motores pueda volver a hacer inevitables las afectaciones en la producción de Martorell. De momento, la reducción en unos 10.000 coches de la producción prevista para el 2018 dejaría en unas 491.000 las unidades ensambladas en Martorell hasta final de año, frente a las 501.000 que se calculaban inicialmente.
La falta de motores de Seat es consecuencia directa de las dificultades que tienen los fabricantes de automóviles para adaptarse a la nueva normativa europea de homologación del consumo y las emisiones de todos los vehículos, surgida a raíz del escándalo de las emisiones. Esta normativa, que entró en vigor el pasado 1 de septiembre, ha endurecido todos los procesos productivos y el mercado está sufriendo un desabastecimiento parcial. Por otra parte, desde el estallido del dieselgate, los consumidores han variado sus preferencias y los coches propulsados por gasolina han ganado terreno a los diésel, dominantes hasta ahora en el grupo Volkswagen. Eso obliga a contar con más motores de gasolina de los previstos.
Afortunadamente para Seat, hay otros factores que juegan a favor de su planta catalana. A la hora de decidir el ritmo de llegada de los nuevos motores a las distintas marcas del consorcio automovilístico alemán se ha tenido en cuenta los modelos más rentables, que están teniendo prioridad, lo que beneficia a Seat.
La marca española batió en el primer semestre de este año su récord de ventas con 289.900 vehículos vendidos, un 17,6% más con respecto al mismo período del año anterior. Se trata de la mayor cifra de ventas semestral de la empresa en toda su historia, tras superar las 278.500 unidades conseguidas durante el primer semestre del 2000.
CAMBIO REGULATORIO
El pasado sábado entró en vigor la normativa europea que regula las emisiones de los coches
DESAJUSTES Y CAMBIOS Los fabricantes aún están adaptándose y los consumidores optan por la gasolina