Importancia capital

Las preferencias ideológicas de los catalanes, como las territoriales, también dependen más de quién gobierna en Madrid que en Catalunya

Las preferencias ideológicas de los catalanes varían según quién gobierne en Madrid.

La afirmación de que “Madrid es una fábrica de independentistas” supone ya un tópico que seguramente simplifica los factores que explican los cambios en las preferencias territoriales de los catalanes. Sin embargo, un estudio de Xavier Romero (Leuphana Universität Lüneburg), titulado Una opinión pública termostática y publicado por el ICPS, refleja que las preferencias ideológicas de los catalanes vienen condicionadas, sobre todo, por el color político del Gobierno de Madrid. El estudio se basa en 1.055 medidas de preferencia entre posiciones de izquierda y derecha, incluidas en 146 encuestas, que permiten determinar, a través de un solo índice, el “centro de gravedad político” de una sociedad. El análisis abarca el periodo comprendido entre 1991 y el 2016 y su metodología se ha visto contrastada por estudios de EE.UU, Europa o España.

Por supuesto, las preferencias políticas de los catalanes son dinámicas, pero el centro de gravedad a los largo de los 25 años estudiados se ha situado más bien a la izquierda (entre los valores 60 y 87, siendo 0 un apoyo total a posiciones de derecha y 100, a posturas de izquierda). Y aunque “el apoyo a las políticas de izquierda cae” cuando sube el desempleo, la opinión pública catalana “reacciona más a la acción gubernamental”, por lo que el centro de gravedad político se desplaza en función de los partidos que gobiernan.

Así, “la opinión catalana reaccionó tanto a los gobiernos de CiU en la Generalitat como a los del Partido Popular en Madrid, desplazándose hacia la izquierda”, aunque “los datos apuntan a que el PP provoca una mayor reacción” y una mayor “demanda de políticas de izquierdas”. Durante las dos legislaturas de Aznar (1996-2004) esa demanda de políticas de izquierda creció en casi un 9%. Por su parte, los gobiernos de Rajoy (del 2011 al 2016) dispararon la preferencia por políticas de izquierda en Catalunya en un 16%.

En cambio, los años de gobierno de Jordi Pujol “supusieron únicamente un incremento del 1,4% en el apoyo a las políticas de izquierdas”. Y ese índice creció en casi un 6% durante la etapa de Artur Mas (20112015) y en una tasa similar a lo largo del primer año de Puigdemont. Parece evidente, por tanto, que los gobiernos de centroderecha generan una demanda de políticas ideológicamente antagónicas, aunque la incidencia en esa demanda es mayor desde los gobiernos centrales.

Esta hipótesis se ve ratificada cuando se analiza el impacto de los gobiernos socialistas, tanto en Madrid como en Catalunya. En ese caso, “se reduce el apoyo a las políticas de izquierdas” y “el centro de gravedad de la política catalana recupera posiciones más moderadas”. Sin embargo, la reacción “es más acusada” con los gobiernos del PSOE que con los tripartitos del PSC, Esquerra e ICV. Durante las legislaturas de González (entre 1991 y 1996), el apoyo a políticas de izquierdas cayó en torno a un 9%, mientras que en la etapa de Zapatero (2004-2011) lo hizo en un 7,4%. Por el contrario, la reducción de ese apoyo durante los dos tripartitos “se limitó al 2,9%”.

Esos estudios confirman que “el público opera como un termostato que exige políticas más de izquierdas o de derechas en función de la temperatura marcada por el partido en el Gobierno”. Eso sí, en el caso catalán influye más la gobernación española que la local. Curioso.

En las etapas de Aznar y Rajoy, el apoyo a las políticas de izquierdas creció hasta en un 16%, frente a un 6% con Mas