Bruno Oro hace treinta personajes en ‘Inmortal’, en el Club Capitol
Antes de empezar el espectáculo, los espectadores reciben una pastilla: “La píldora de la inmortalidad”. Cuando el telón final se cierne pueden decidir si se la quieren tomar o no. Y es que la obra Inmortal, dirigida por Marc Angelet y creada por éste y Alejo Levis, plantea un controvertido debate sobre lo que implicaría vivir eternamente. Estará en el Club Capitol a partir del día 7.
A partir de treinta personajes en constante evolución, todos ellos interpretados por Bruno Oro en su primer solo teatral, se valora la inmortalidad desde diferentes aspectos. La religión –con un publicista que quiere vender una campaña en el Vaticano para que recuperen feligreses–, la muerte –que es en sí misma un personaje, que sufre una crisis de identidad–, el amor –con una pareja que llega a las bodas de Uralita-, las relaciones familiares –un hijo que no se marcha de casa hasta los 300 años de edad–, el aburrimiento –con un futbolista que quiere matar a Messi, porque cree que él es su relevo–, y en definitiva, la propia existencia. Los personajes que se plantean son anónimos, pero totalmente reconocibles, aunque se presentan diferentes, porque la inmortalidad les ha cambiado la vida a todos.
Bruno Oro afirma que el personaje que más le gusta de todos es el de la muerte, ya que “es muy entrañable, porque pasa de ser temida por todo el mundo a ser el hazmerreír de un mundo donde nadie se preocupa por morir, e incluso ella, paradójicamente, se intenta quitar la vida”. En más, el actor afirma que “el tema de la muerte siempre me ha obsesionado, por eso tengo una conexión especial con el personaje”. Los directores ven en la Muerte un juego surrealista y metafísico que recuerda a Monty Python o Woody Allen.
La comedia dramática, a pesar de ser futurista, “la planteamos en un momento de frontera entre la ciencia-ficción y la ciencia” declara el director, Marc Angelet, ya que los post humanistas y los avances tecnológicos hacen que se hable de la inmortalidad como algo perfectamente asumible en un futuro próximo. Con todo, la ciencia-ficción de Angelet y Levis hace pensar al espectador cómo sería el cambio de paradigma si fuéramos inmortales, porque quiere hacer reflexionar a partir del juego y de la ficción que puede dejar de serlo.
Alejo Levis explica que “los cambios de vestuario son mínimos, una escenografía que da mucho juego, con una cortina que permite tener transparencias y sirve de pantalla para proyectar audio y vídeo.
Las funciones arrancan el día 7, y el estreno será el día 12. La obra dura 75 minutos y las entradas oscilan entre 19 y los 23 euros.
El popular actor hace su primer solo teatral, con diferentes puntos de vista sobre la eternidad