Ford recortará miles de empleos por la crisis del diésel y el Brexit
La crisis del diésel afecta a todo el sector del automóvil. Ford Motor podría recortar hasta 24.000 puestos de trabajo y dejar de producir modelos como el Mondeo para tratar de revitalizar sus actividades en Europa, informó ayer el diario británico Sunday Times. El segundo mayor fabricante estadounidense perdió 73 millones de dólares en Europa en el segundo semestre del año –entre abril y junio–, golpeado por el descenso en las ventas de coches diésel y un menor impulso de la demanda. Al margen de lo anterior, Ford afronta una importante incertidumbre adicional a causa del Brexit, ya que tiene varias plantas en el Reino Unido y puede tener que lidiar con nuevos aranceles para los coches o componentes que venda a sus clientes continentales.
Los analistas del banco de inversión estadounidense Morgan Stanley calculan que Ford deberá reducir alrededor del 12% de su plantilla, formada por 202.000 trabajadores en todo el mundo. La compañía cuenta con cerca de 12.000 empleados en sus factorías, centros de investigación y desarrollo (I+D) y departamentos de administración y ventas del Reino Unido, que ven amenazados ahora sus puestos.
Pero los problemas de Ford no se circunscriben a los cambios que debe realizar a causa del Brexit. El grupo automovilístico está abocado a dejar de producir modelos como el Mondeo, el Galaxy y el S-Max en favor de utilitarios deportivos más rentables, según aseguraron fuentes conocedoras de la situación al Sunday Times. Las mismas fuentes afirmaron que también habrá recortes en la red de distribución de Ford.
Más allá de los recortes, el problema de Ford parece estructural, lo que podría llevarle, según el Sunday Times, a buscar una alianza para sus operaciones en Europa con algunos de sus principales competidores, como Volkswagen. Steven Armstrong, presidente de Ford Europe, dijo recientemente que la empresa está orientada a “atacar de forma agresiva los costes, implementar programas de eficiencia en la producción para mejorar la rentabilidad, así como incrementar el rendimiento del capital”.
La pasada semana, Ford canceló sus planes para importar un nuevo modelo producido en China después de que los aranceles decididos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, echaran por tierra la oportunidad de negocio. La semana pasada, Moody’s bajó el rating de Ford y situó su deuda en el nivel conocido como bono basura.