“Todo es un juego, no olvides disfrutar del camino”
Tengo 32 años. Soy de Sant Miquel de Balenyà, y vivo en Tona (Osona). Hago radio, me levanto cada madrugada a las 4.30 horas. Estoy soltero. ¿Política? ¡Pacifismo! ¿Creencias religiosas? No tengo, aunque a veces me encomiendo a los dioses. Me gusta la gen
Con qué nos despierta hoy? Con ilusión de primer día, buen ánimo y música: abro con Promises, de Calvin Harris, con Sam Smith. ¿Dónde nace su pasión? De chaval solían castigarme por hablar en clase. “¿Y si hicieras radio?”, me sugirió un profesor.
¿Cuándo tuvo claro que le haría caso?
Los Reyes Magos me trajeron una grabadora Fisher-Price. Me absorbió, los demás regalos desaparecieron. En mi colegio había una emisora: Ràdio Vedruna, que cubría un kilómetro a la redonda. No me escuchaba nadie. Cuando supe que eso era un trabajo, ¡me empeñé en que un día fuese el mío!
¿Y quién le escucha ahora?
¡Cien mil oyentes todas las mañanas!
¿Qué encuentran en su programa?
Música alegre y moderna, y comentarios joviales sobre la actualidad. Entretenimiento y rigor, gamberrismo ¡y veracidad!
¿Cómo son sus oyentes?
Personas de 25 a 45 años, con estudios superiores: les hablamos mientras se duchan, se visten, desayunan... o llevan a sus niños pequeños al cole.
Háblenles también a esos chavales.
¡Nuestro show es participativo! Queremos oír su voz, queremos dejarnos contagiar de su alegría y candidez, por supuesto que sí.
¿Y a los adolescentes, qué?
Escuchan poca radio. ¡Ojalá les atrajésemos! Son personas potentísimas, rebosantes de energía, ingenio y bondad. Y más listos que nosotros a su misma edad. Mira, por ejemplo, a Juliana Canet...
¿Quién?
Juliana Canet (@animalliureijuliyuli), una instagramer muy joven... ¡muy madura!
¿A qué hora se levanta usted?
A las 4.30 de la madrugada: a esa hora estamos el camión de la basura y servidor.
¿Qué ritual siguen al levantarse?
Apago seis o siete alarmas... pienso en lo bonito que es dormir y rápidamente me ducho, me visto, paseo al perro, cojo el bocata y un plátano, ¡y al coche!
¿Duerme bien?
En posición fetal y abrazando un cojín. Ah, bueno, y con un pie por encima del nórdico.
¿Recuerda lo que sueña?
Alguna vez..., y quisiera tener el poder de dar continuidad a algunos de mis sueños a la noche siguiente.
¿Qué música le suena por dentro?
Nos marca lo que escuchamos cuando somos adolescentes. En mi caso: rock catalán (Sau –genial Percentatges–, Sopa, Els Pets... y algo de electrónica y pop español).
¿Les inspira algún lema?
“No importa lo que te pasa, importa cómo te tomas lo que te pasa”: lo he descubierto en tu libro Los inspiradores... ¡Ponlo!
Hombre, no sé...
Sí. No se pueden ganar batallas sin actitud.
¿Tiene algún conflictos con su pasado?
Como todos, siempre somos reflejo de nuestro pasado, pero no hay que lamentarse por lo que no pudo ser: prefiero ocuparme más del futuro.
¿Qué consejo querría haber recibido?
“No te machaques tanto, todo es un juego, ¡diviértete!”. Nos exigimos demasiado y se nos olvida disfrutar del camino, como a Paul McCartney le dijo su madre muerta, ¡en un sueño!: “¡Todo irá bien, tranqui!” (let it be).
¡Todo irá bien!
Sí, porque aunque a veces todo acabe mal, resulta que siempre “se cierra una puerta y se abre una ventana”, pues “no hay mal que por bien no venga”... Que todo vaya como tenga que ir..., pero contentos.
Suele pedir a sus entrevistados una anécdota inverosímil...
Sí, le llamamos Fricandó mentider... ¡que
muchas veces resulta ser una verdad!
Comparta alguna de las mejores trolas.
Ramon Mirabet dijo que estaba en un ascensor, a solas con una chica, y ella se le tiró encima. Al abrirse las puertas, ¡había prensa! Él no la reconoció, y ella... ¡era Kate Perry!
Cuénteme su fricandó mentider.
Eran las dos de la madrugada, yo dormía en mi cama y... me despertó un bombero. ¡Me asusté mucho! Pensé que había un incendio en mi bloque y me estaban desalojando. Pero en realidad me había dormido sin contestar los whats de una novia... y ella les llamó.
¿De verdad es mentira?
De verdad es verdad. ¿Fuerte, eh?
Imagine una vida alternativa.
Me hubiese gustado tocar la batería. Cuando voy a un concierto, me embobo mirando los tambores. Me vería yendo de gira con un grupo todo el verano. Debería tomar clases.
Eso tiene remedio.
¡Y en ello ando!
¿Cómo le estimulan sus oyentes?
Estando ahí, escuchando, participando. Estan por todas partes... nos cuentan que somos parte de su rutina y que les levantamos los ánimos cada mañana. Es una relación de simbiosis perfecta, es la magia de la radio.
¿Qué querrían lograr este curso?
Que todos los oyentes se conviertan en colegas, que sientan que somos sus amigos, su familia, que no haya distancia y estemos cerca de sus corazones. Que seamos una parte de sus vidas.