Tragedia cultural en Brasil.
Daños enormes en un edificio necesitado de reformas que guardaba 20 millones de piezas
Aspecto que ofrecía ayer el que fue el Museo Nacional de Río, devorado por el fuego con sus 20 millones de objetos, algunos de valor incalculable. El Gobierno está en el eje de las críticas por los recortes en cultura.
El cráneo de una mujer que vivió hace más de 12.000 años, considerado uno de los fósiles humanos más antiguos, no ha sobrevivido al incendio que en la tarde-noche del domingo se declaró en el Museo Nacional de Río de Janiero. “No tendremos más a Luzia. Murió en el incendió” declaró la presidenta del Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan), Katia Bogea, mientras se espera el recuento oficial de los daños y de las obras perdidas.
El cráneo de Luzia y la reconstrucción de su cara eran exhibidas hasta el domingo en el Museo Nacional como uno de sus mayores tesoros paleontológicos. Durante años fue el fósil humano más antiguo jamás encontrado en América, pero el título lo tiene ahora la conocida como Eva de Naharon, que vivió hace más de 13.000 años en México. Con más de dos siglos de historia, el Museo Nacional guardaba unos veinte millones de piezas, un patrimonio de valor incalculable con colecciones únicas que incluyen animales disecados, utensilios indígenas, momias y otros fósiles de diferentes periodos históricos.
El incendio, cuyas causas aún se ignoran, se inició a las 19.30 horas del domingo (22.30 GMT), cuando ya estaba cerrado al público y solo quedaban cuatro vigilantes. Se prolongó durante más de seis horas y provocó el hundimiento de los tejados, destruyendo plantas enteras del edificio. Los bomberos lograron controlar el fuego ya de madrugada, pero ayer aún trabajaban para refrigerar el inmueble y sofocar pequeños focos.
Este año se conmemoraba el bicentenario del histórico edificio creado por el rey Juan VI de Portugal el 6 de junio de 1818. Y el aniversario venía ya precedido por la polémica debido a la existencia de goteras, infiltraciones y graves problemas en las instalaciones eléctricas.
El ministro de Cultura de Brasil, Sérgio Sá Leitao, llegó a afirmar que el incendio es consecuencia de “años de negligencia” en un estado golpeado por la crisis económica y diversos escándalos de corrupción. Otra expresión del malestar se produjo ayer mismo cuando un grupo de manifestantes intentó entrar en el recinto del museo tras una convocatoria de protesta por la falta de recursos y para mostrar al mismo tiempo la solidaridad con lo ocurrido. Los manifestantes entraron en el parque Quinta da Boa Vista, en cuyo interior se encuentra el museo calcinado, y la policía brasileña intervino con esprays de pimienta e impidió la acción. Los manifestantes lanzaron críticas contra las autoridades y el Gobierno del presidente Michel Temer por el descuido con la historia y la ciencia de Brasil.
El rector de la Universidad Federal de Río de Janeiro, Roberto Leher, y el director del Museo Nacional, Alex Kellner, responsabilizaron en rueda de prensa al Gobierno de Temer por la falta de recursos. “Todos sabíamos que el edificio estaba en condiciones vulnerables”, dijo Leher. “La responsabilidad es del Gobierno central, no sirve decir que no. Tiene que decirse directamente”, declaró Kellner. “Se acabó. No sé si la institución va a seguir existiendo después de eso”, dijo poco antes José Pérez Pombal, ex director adjunto del museo.