El genio pelirrojo
Julian Schnabel presenta en la Mostra ‘At Eternity’s Gate’, un retrato más bien libre del gran pintor neerlandés
Willem Dafoe interpreta a Vincent van Gogh en At eternity’s gate, dirigida por Julian Schnabel y presentada en la Mostra de Venecia no tanto como una biografía del pintor holandés sino como una combinación de escenas basadas en su obra, sus escritos y algunos hechos confirmados de su vida.
Kirk Douglas puso el listón muy alto con su interpretación de Vincent Van Gogh en
El loco del pelo rojo
(Vincente Minnelli, 1956). Pero si de algo puede presumir la nueva película sobre el pintor neerlandés que ayer se estrenó en la Mostra es, según impresión general de los críticos e informadores asistentes al estreno, de la actuación del también estadounidense Willem Dafoe en el papel protagonista. Es
At eternity’s gate. Su director, Julian Schnabel, no la concibe como un biopic en sentido estricto sino más bien como “una combinación de escenas” basada ante todo en la obra del genio, sus escritos y los hechos de su vida sobre los que existe consenso. El relato no desecha sin embargo algunas versiones no contrastadas y hasta incluye secuencias “simplemente inventadas”.
La cinta arranca con el traslado del artista a Arlés (1888) y termina con su fallecimiento a consecuencia de un tiro en el estómago, el 29 de julio de 1890. Entre medias se subraya su compleja relación con Paul Gauguin, el episodio en que se cortó la oreja y las estancias en el hospital por aparentes problemas psíquicos. Respecto a su muerte, el guión deshecha la teoría del suicidio y apuesta por la de que fueron unos jóvenes quienes le dispararon.
Willem Dafoe hace una interpretación intensa, emocional y creíble del genio del postimpresionismo. El actor retrata al pintor como un hombre sensible, frágil e instintivo que busca un contacto más puro y directo con la naturaleza para trasladar sus sensaciones al lienzo. Van Gogh dice tener visiones, se preocupa por su salud mental y en consecuencia teme hacer daño a los demás o a sí mismo. También se subraya su admiración hacia la figura de Jesucristo y su gusto por la literatura, incluyendo la Biblia y la obra de Shakespeare.
Schnabel recurre con frecuencia al efecto de cámara al hombro, que combina con escenas en blanco y negro y otras en las que parte de las imágenes aparecen desenfocadas. El resultado no es redondo, pero Dafoe salva mucho más que los muebles de la película con su aplaudido trabajo.
Para el actor, que estudió a fondo la obra y en especial las cartas del pintor pero que también hubo de aprender a pintar para imitar directamente sus pinceladas, Van Gogh es un hombre “inspirador y sin duda lúcido”, aunque con una visión del mundo y unas relaciones con los demás “especiales”.
El director del filme, que se presentó a la rueda de prensa en bermudas y con una camisa rota y manchada de pintura, comparó el planteamiento de At eternity’s gate con el de una exposición de arte. Se trata de que el espectador salga de la sala “con una acumulación de imágenes en la cabeza” similar a la que se le forma al visitante de una muestra pictórica, explicó. Otra cosa es que con este largometraje consiga que tal acumulación deje huella a la larga en la mente del público, que es de lo que se trata cuando hablamos de cine. Caben dudas al respecto.