La inminente expulsión de dos niños armenios conmociona a Holanda

Se llaman Howick y Lili, tienen 13 y 12 años, han vivido casi toda su vida en los Países Bajos y el próximo sábado deben ser deportados a Armenia. Su historia ha conmocionado a los holandeses. La última noticia: los hermanos se han fugado y las autoridades no saben dónde están.

Howick y su hermana Lili llegaron a los Países Bajos en el 2008 junto a su madre, que solicitó el asilo. Se lo denegaron y, tras una larga batalla judicial, ella fue deportada en el 2017, mientras la justicia deliberaba sobre la suerte de sus hijos. Los abogados argumentaban que la madre no estaba en condiciones de hacerse cargo de ellos y que acabarían en un orfanato. Pero la sentencia llegó a finales de agosto: el Consejo de Estado dictaminó que los hermanos deben ser deportados y que no corren peligro en Armenia.

Pese a la polémica, el Gobierno holandés defiende su política de asilo. El primer ministro, Mark Rutte, dijo la semana pasada que entiende la emoción que rodea este caso pero que “cualquier persona que no cumpla con los requisitos no puede quedarse”. Su Gobierno asegura que ha recibido garantías que los niños no acabaran en la calle en Armenia.

Howick y Lili enviaron la semana pasada una carta a Rutte, al ministro de Justicia y al de Seguridad, y a los reyes Guillermo y Máxima, en la que decían estar “aterrados” y suplicaban que intercediesen para impedir su deportación. Este sábado, a una semana de la fecha límite para la expulsión, los niños salieron en televisión. “Esto es nuestro hogar”, dijo Lily. “Si acabamos en Armenia, nos meterán en una especie de orfanato en el que se supone que debería haber un máximo de 20 niños cuando ya hay 30”, dijo Howick. Los dos hermanos, que nacieron en Rusia, nunca han vivido en Armenia y apenas hablan el idioma.

La madre, Armina Hambartsjumian, publicó ayer una carta en un un diario neerlandés donde anunció que sus hijos están escondidos en “un lugar seguro”. “En los últimos días, la tensión para Lili y Howick ha sido demasiada. El estrés es tan grande que tengo miedo que mis hijos se desmoronen si esto sigue”, escribe la madre, que asegura que un médico les ha diagnosticado estrés postraumático.

La historia de Howick y Lili tiene a los holandeses en vilo. Se ha puesto en marcha una campaña, lanzada por escolares, para ir cada día a la escuela vestidos de negro hasta que la deportación sea anulada.

HUIDA

Los hermanos, Howick y Lili ,de 12 y 13 años, se hallan en paradero desconocido