El primer disparo con una Taser será revisado
Los Mossos comprobarán que el uso de la pistola eléctrica efectuado por un agente en Salt cumplió con el protocolo aprobado
Los Mossos d’Esquadra revisarán el disparo con pistola eléctrica que efectuó un agente el pasado sábado para reducir a un hombre exaltado en Salt. Fue la primera actuación en que la policía catalana hacía uso de este nuevo instrumento desde que se aprobó su incorporación al material operativo el pasado mes de junio. Tal y como marca el protocolo, el agente que hizo uso de la Taser puso en marcha una cámara que lleva adosada en la solapa para grabar toda la actuación.
La secuencia fue grabada por un testigo. Aparecen varios agentes tratando de reducir a un hombre que reacciona con violencia a cualquier petición de los policías. Se produce un forcejeo. Los agentes tratan de abalanzarse contra el individuo para esposarlo pero no lo logran. El hombre repele cualquier intento para sujetarlo con tanta fuerza que dos agentes caen al suelo. Finalmente logran placarlo. En ese justo momento llega el jefe de turno empuñando una pistola eléctrica al grito de “fuera todo el mundo”. Los agentes se levantan al momento dejando al individuo en el suelo. El agente se posiciona frente al hombre que yace en el suelo, le apunta y luego supuestamente dispara. El vídeo del testigo se corta justamente en el momento previo a que apriete el gatillo. En cambio, sí consta en las imágenes de la policía que serán analizadas ahora.
El jefe de turno que efectuó el disparo deberá redactar una minuta justificando su manera de proceder al detalle, tal y como establece el protocolo. El uso de la pistola eléctrica fue reclamado por la policía después del caso Benítez –en que murió un hombre en el Raval tras una reducción policial– para evitar el cuerpo a cuerpo. En la actuación del sábado, se efectuó la descarga eléctrica cuando el hombre ya estaba en el suelo. Los Mossos justifican la descarga porque no estaba reducido.
La policía recibió el aviso de que una persona violenta estaba agrediendo a su mujer y a su hija pequeña de tan sólo 3 años en un bar de Salt. Los agentes trataron de calmarlo y le pidieron tomarle los datos fuera del establecimiento. El hombre se negó y reaccionó con violencia contra los agentes. Según la policía catalana, el individuo, que estaba muy alterado, trató de golpearles con unas llaves que distribuyó entre los dedos como si fuera un puño americano e intentó morderles. Fue entonces cuando, ante la imposibilidad de reducirlo, un agente le efectuó la descarga eléctrica que permitió detenerlo. El hombre fue sometido a un juicio rápido el propio sábado y aceptó pagar 800 euros de multa por resistencia a la autoridad. El juez también le impuso una orden de alejamiento respecto a su esposa y le imputó dos delitos de maltrato en el ámbito familiar por los cuales será juzgado el 13 de marzo del año que viene.
El hombre que recibió la descarga eléctrica agredió a su mujer y a su hija; el juez le impuso una orden de alejamiento