China evacua a millones por el tifón
El avance del ‘Mangkhut’ deja más de un centenar de muertos en Filipinas
Más de tres millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares debido a la llegada del tifón Mangkhut en el sur de China. Según informaron ayer las autoridades, más de tres millones de ciudadanos fueron evacuados a albergues de la provincia de Cantón en una macroperación de salvamento para sortear los devastadores efectos de este temporal, que tras su paso por Filipinas y Hong Kong se ha abierto paso en el continente asiático, en el sur de China. En Filipinas el tifón se ha cobrado la vida de al menos 66 personas, aunque siguen las tareas de rescate y las autoridades estiman que esa cifra aumentará en 100 personas más en las próximas horas.
Se trata del temporal más fuerte que ha vivido la costa de China en dos décadas y el más grave de la historia de Hong Kong, que sufrió vientos de 170 km/h y rachas de más de 220 km/h que hicieron oscilar rascacielos enteros, destrozaron más de 1.500 árboles y paralizaron por completo la actividad de la capital financiera. En esta ciudad, más de 300 personas quedaron heridas por culpa de los fuertes vientos e inundaciones. En la ciudad de Macao, que tuvo que cerrar todos sus casinos por primera vez en su historia, 20.000 hogares sufrieron cortes de electricidad, va- carreteras se inundaron y al menos 17 personas resultaron heridas. Además, la actividad pesquera de la costa del país quedó completamente paralizada debido al fuerte oleaje y la subida del nivel del mar alcanzó más de tres metros.
Sin embargo, lo peor ya ha pasado. Los servicios meteorológicos rebajaron ayer la calificación del Mangkhut a tormenta tropical y vaticinaron que seguirá avanzando, cada vez más débil, hacia el interior del continente.
De momento, la cifra provisional de víctimas mortales en China es de cuatro personas en la provincia de Guangdong, la más poblada del país. La decisión de evacuar a millones de ciudadanos del sur del país parece que se tomó a tiempo: ayer las regiones afectadas, Guangdong, Guangxi y Hainan, empezaron a retomar la normalidad y hacer balance de los daños ocasionados. Los trabajadores despejaban las calles de escombros, y retiraban cristales rotos de las ventanas y restos de los árboles que cedieron ante los fuertes vientos con la sensación de que la tormenta podría haber sido peor, recogía ayer la agencia Ap.
En Hong Kong, el transporte público –suspendido durante el domingo– todavía seguía con varias líneas de autobuses interrumpidas mientras que los vuelos del Aerorias puerto Internacional, que fueron cancelados durante el fin de semana, poco a poco comenzaron a reanudarse.
“El tifón fue superfuerte pero al final siento que pudimos superarlo con seguridad”, comentó en una rueda de prensa Carrie Lam, la jefa ejecutiva de la región de Hong Kong.
En Filipinas, sin embargo, las tareas de rescate no han acabado y las autoridades temen que la cifra de víctimas mortales aumente notablemente desde las 66 actuales, dado que la cifra de desaparecidos es ya de un centenar de personas. Una de las mayores tragedias se produjo en Itogon, en la región de La Cordillera, donde un desprendimiento sepultó casas y la capilla, donde muchos se habían refugiado. El alcalde de esta localidad, Victorio Palangdan, aseguró ayer que había un 99% de probabilidades de que entre 40 y 50 mineros y sus familias hayan muerto atrapados entre los escombros.
HONG KONG
El temporal más grave de su historia paralizó por completo la ciudad financiera
MACAO
Los casinos de la antigua colonia portuguesa cierran por primera vez
EN ITOGON
Un desprendimiento sepulta gran parte de la localidad minera filipina