Fiesta y reivindicación
El montaje del escenario de las fiestas de la Mercè ha hecho evidente lo que se veía venir. La plaza Sant Jaume no tiene la suficiente capacidad para albergar al mismo tiempo una acampada reivindicativa y unos actos festivos que mueven a miles de personas. Alguien deberá tomar en las próximas horas una decisión: o los propios manifestantes, abandonando la plaza, o los gobiernos autonómicos y municipal, imponiendo su autoridad y sus competencias en materia de orden y de espacio público. En los últimos tiempos la fiesta mayor de Barcelona se ha visto alterada de un modo u otro por la situación política que se vive en Catalunya. En los dos años anteriores la alta tensión se ha palpado en Sant Jaume y no parece que en esta nueva edición de la Mercè la cosa vaya a ser muy distinta. Sólo cabe desear que la negociación discreta que mantienen Ayuntamiento y acampados sirva para despejar la plaza y para que todos los barceloneses puedan disfrutar de unos días de fiesta en las mejores condiciones.