Dignidad académica
Un alumno procedente de una institución oficial se matriculó en 1988 para obtener el diploma de posgrado de CRIS-UTH, la Unitat de Terapèutica Hiperbàrica de Barcelona, pero no pasó los exámenes.
Años más tarde reclamó el diploma de la Universitat de Barcelona al que decía tener derecho puesto que había abonado las tasas de matrícula. Hubo que recordarle que la superación de las pruebas de valoración es requisito necesario para obtener una titulación académica. Recibimos coacciones y amenazas del alumno y de su institución. Muchas personas nos aconsejaron transigir para evitar escándalos. Más adelante llegó una demanda y mantuve una larga conversación con sus abogados. La racionalidad legal y académica finalmente imperó y desistieron sin concesiones.
En años sucesivos hemos sufrido otros acosos parecidos. Nuestros cursos continúan celebrándose, y desde 1998 se otorga el grado de máster. En ocasiones mantener la dignidad institucional y la honorabilidad académica no es fácil. JORDI DESOLA Sant Joan Despí