En un final de locura, el Inter remonta un partido que perdía en el minuto 86
Locura en el histórico San Siro, que regresaba a la Champions después de cuatro años de ausencia. El público, que silbó al Inter cuando el equipo no respondía, acabó entregado por completo ante una espectacular remontada. Después de avanzarse el Tottenham en el arranque de la segunda parte, un remate de volea sensacional de Icardi en el 86 y un certero cabezazo del uruguayo Vecino a la salida de un córner en el 92 consumaron una remontada inesperada. El equipo inglés, que se hizo con el control del juego –lentamente en la primera parte y con más autoridad en la segunda, sobre todo a raíz del gol del danés Eriksen– dejó escapar una victoria que tenía en las manos. Y ni siquiera rascó el empate. Pochettino abandonó el campo cabizbajo.
Los dos equipos llegaban al partido con necesidad de un resultado sanador. Ambos llevan una línea gris en sus ligas y ambos acababan de perder en casa sus últimos compromisos. Entrar con buen pie en la Champions era vital y fue el Inter quien lo consiguió.
En el Tottenham brilló el danés Eriksen, y no sólo por el gol, mientras Kane estuvo menos entonado. Aún así, el pichichi del Mundial pudo marcar en el 37, en un balón filtrado con precisión por Eriksen, y en el 42, cuando el meta local Handanovic taponó un buen centro de Aurier impidiendo un remate de gol seguro. Tampoco desbordó el coreano Son, liberado recientemente del servicio militar por su país, un privilegio que sólo se concede a los deportistas que ganan una medalla olímpica o alcanzan el oro en los Juegos Asiáticos, como es su caso. Evita así los 21 meses inexcusables de prestación militar que le habrían llevado a rescindir su contrato.
En el Inter la clave, sin discusión, fue Mauro Icardi. El argentino estuvo bien controlado por la defensa visitante, pero su sensacional remate lejano sin dejar botar el balón fue un obús que cambió el signo del partido y también los biorritmos del público italiano. Un auténtico revulsivo que desbocó a los interistas y dejó conmocionados a los spurs, que aún deben preguntarse cómo demonios perdieron.