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Las empresas deben avanzar en RSE y pasar de una preocupación centrada en la propia organización a una dimensión más amplia, que tenga en cuenta el territorio La responsabilidad social territorial facilita la mejora de la calidad de vida de las personas
Las empresas deben avanzar en las políticas de RSE dentro de la propia organización, pero también abordar una acción más amplia que afecte al territorio
La responsabilidad social empresarial (RSE) empezó a tomar fuerza a finales de la década de los noventa cuando empresas y organizaciones comenzaron a preguntarse cómo reducir sus externalidades y sus impactos negativos, y cómo contribuir de forma efectiva al desarrollo social. No obstante, el enfoque de la RSE emergió en un contexto mundial lleno de contrastes: los grandes desarrollos en tecnología convivían con la pobreza extrema y la creciente escasez de recursos. A raíz de esta realidad, surgieron iniciativas como el Pacto Global y los Objetivos de Desarrollo del Milenio para instar al sector privado a participar en los esfuerzos globales de desarrollo. Cientos de empresas y organizaciones de todo el mundo se sumaron a estas iniciativas y empezaron a desarrollar programas y proyectos en diferentes temas.
DE LA RSE A LA RST
La situación actual demanda que las empresas avancen en responsabilidad social, y pasen de una preocupación centrada en la propia organización a una dimensión más amplia, donde se comprende la relación de interdependencia e influencia que tiene la empresa con la sociedad y demás actores del territorio. En el marco de esta interdependencia nace el concepto de responsabilidad social territorial (RST), que busca que las acciones de responsabilidad social empresarial tengan foco en el territorio, de acuerdo con sus fortalezas y necesidades particulares.
La RST en la actualidad se considera uno de los paradigmas más esperanzadores del desarrollo local, ya que facilita la generación de un proyecto de territorio compartido, incorpora la participación real, la cohesión social y territorial, la inclusión social, la equidad, etc.; en definitiva, la mejora de la calidad de vida de las personas que habitan los territorios.
Para lograrlo, empresas y organizaciones deben generar alianzas para desarrollar acciones conjuntas en torno a temas específicos que aumenten el impacto en el territorio. La relación de cooperación e interés de los grupos (stakeholders) que se relacionan y/o interesan por el desarrollo
de una zona determinada juega un papel fundamental para la toma de decisiones. Según el investigador Nicolás Molina, la responsabilidad social territorial se expresa como “un sistema de relaciones colaborativas que opera en un territorio específico, a través de compromisos de trabajo por parte de actores públicos, privados, sociales y de cooperación, basados en la confianza y la reciprocidad, y formalizados como alianzas”.
PROCESO DE LARGO ALCANCE
Cabe destacar que la implementación de la RST es un proceso de largo alcance, de naturaleza estratégica, que implica la progresiva y gradual sensibilización y concienciación de los actores de una zona determinada, de forma que poco a poco se vayan incorporando y entre todos construir un territorio socialmente responsable.
Según los expertos todavía existen diversos “obstáculos” que dificultan la implantación de la RST, como la inexistencia de una definición consensuada del término “territorio socialmente responsable”; la poca concienciación en las esferas de decisión sobre el concepto y la implicaciones de la RS para los territorios; la falta de acuerdo entre los agentes del territorio sobre quién debe asumir el liderazgo o el rol de iniciador de la puesta en marcha de la RST, y la ausencia de la financiación e inversiones para la puesta en marcha del proyecto, entre otros aspectos.
No obstante, aunque todavía falta, se observa un cambio de paradigma que consiste en pasar de la lucha como motor de desarrollo a la cooperación, que es la que permitirá un salto adelante, y de una filosofía de “o le mato o muero” a un convencimiento de que, en la actual situación, lo que puede producirse es que “si le mato, muero”.