Decidir por la Catalunya biotec
Mediodía lluvioso en Boston. Entre la Tercera y Main, una delegación del Gobierno holandés visita la zona y se reúne con altos directivos de una compañía biotecnológica. Como es sabido, el área metropolitana de Boston (4,7 millones de habitantes) concentra a un gran número de multinacionales del sector biosanitario, empresas punteras en la innovación biotecnológica y de los servicios asociados. La delegación holandesa pregunta directamente sobre el secreto del éxito. La respuesta del directivo, breve y directa, se sintetiza en: apoyo gubernamental, inversión mixta públicoprivada y especialización dentro del propio sector bío. También le recuerda que hay que tener una base de ecosistema: Harvard, el MIT o el Massachusetts General Hospital no se pueden “deslocalizar”. Acaba insistiendo en que el gobierno tendrá que apostar estratégicamente (y financieramente) por el sector.
Al mismo tiempo que tiene lugar esta conversación real, en Barcelona leemos en los medios que un equipo de investigación del hospital Clínic presenta los resultados esperanzadores de un nuevo test genómico para prever la eficacia de las inmunoterapias en cáncer. Catalunya tiene la base del ecosistema biosanitario: disponemos de 871 empresas y 95 entidades de investigación, incluyendo 41 centros de investigación, 18 hospitales universitarios, 14 parques científicos y tecnológicos con actividades en ciencias de la vida y 12 universidades que imparten estudios en ciencias de la vida. La delegación holandesa en Boston bien podría ser sustituida por una delegación del Govern, a través de las oficinas de acción exterior de la Generalitat en el marco de las prioridades del Gobierno de apostar por la transformación de nuestro modelo económico. ¿Queremos un modelo económico para Catalunya potente, transformador y sostenible? ¿Apostamos por un sector, como el biosanitario, que genera empleo de calidad, capacidad de arrastre y que puede conseguir que Catalunya sea uno de los territorios europeos con un acceso más rápido a innovaciones terapéuticas para los ciudadanos? Envidio a la delegación holandesa ya que en Catalunya, visto nuestro potencial, hay quien sigue defendiendo, como propuesta (y acción) política, el cierre de las oficinas en el extranjero de la Generalitat (¿quién generará las oportunidades de inversión extranjera en Catalunya sin voz propia?); o que niega la asfixia fiscal del país (¿cómo podremos dedicar más recursos a investigación y a innovación para estimular una colaboración publico-privada de éxito?).
Este octubre volveremos a recordar que la gran mayoría de la ciudadanía en Catalunya quiere decidir qué queremos ser y hacer como país. Se equivoca quien lleva la discusión del procés a la batalla de la bandera o la patria. Dedicado a cuantos quieren cerrar embajadas y tildan de victimistas a quienes denunciamos el déficit fiscal insostenible: cuando queremos decidir, sobre todo queremos decidir el modelo económico y de bienestar del país con todos los instrumentos institucionales disponibles. Que no se equivoquen: querer decidir es también decidir que Catalunya sea biotec. Que no se equivoquen: no son banderas, es bienestar.
¿Apostamos por el sector biosanitario? (...) Se equivoca quien lleva la discusión del ‘procés’ a la batalla de la bandera