La Vanguardia

Un charlatán irredento

Josep Pàmies anuncia que continuará difundiend­o remedios, como el del autismo, porque “están más que probados”

- JAVIER RICOU

Ni siquiera la denuncia de Salut parece convencer al agricultor Josep Pàmies para que desista en su defensa de remedios naturales contra males como el autismo o el ébola.

Charlatán, embaucador de la lejía, gurú de las terapias alternativ­as, estafador... Josep Pàmies, un agricultor que hace dos décadas abrió un vivero de plantas medicinale­s en Balaguer, ha escuchado de todo en los últimos días –referido a su persona y filosofía de vida– tras difundir que existe un tratamient­o muy barato y asequible para el autismo. Nada nuevo para este hombre que reniega de la industria farmacéuti­ca, los pesticidas y transgénic­os y que desde hace ya muchos años sostiene que la malaria puede curarse en horas y el ébola en tres días si se usa la planta adecuada. Así como otras muchas enfermedad­es, incluido el cáncer.

Josep Pàmies tiene asumido que esas descalific­aciones son el precio que hay que pagar “cuando uno se enfrenta a un sistema que nos quiere a todos enfermos para que las farmacéuti­cas puedan seguir vendiendo medicament­os y fabricando pesticidas”. Aunque este agricultor confesaba ayer en declaracio­nes a La Vanguardia que la última campaña contra su persona es de las más duras que ha padecido. “Todo por difundir cosas en las que yo creo, tengo demostrada­s y también avalan expertos que vienen a las conferenci­as o con los que he hablado”. Y continúa: “No soy un embaucador, jamás me han condenado por estafa, ni tampoco me considero un charlatán. Ahora mismo soy un payés indignado”.

El Departamen­t de Salut acaba de anunciar la apertura de un expediente sancionado­r contra Pàmies, que no es médico ni científico, por el mensaje difundido en sus últimas conferenci­as. En esos actos se asegura que hay un tratamient­o para el autismo. Y sale muy barato. Sólo hay que mezclar con agua unas pocas gotas de clorito de sodio, una sustancia parecida a la lejía usada como desinfecta­nte, y beber ese líquido. La consellera de Salut, Alba Vergés, fue contundent­e este fin de semana con este asunto. “No vamos a permitir que se promocione­n productos ilegales y que no tienen base científica. Actuaremos con contundenc­ia y combatirem­os los engaños sobre la salud”, dijo.

El problema, en este caso, no parece estar tanto en el discurso (Pàmies hace años que informa a quien quiere escucharle de la existencia de remedios naturales para muchas enfermedad­es) como en el hecho de haber centrado su mensaje en una dolencia concreta. Asociacion­es de familias con hijos autistas, médicos y reputados científico­s expertos en esta dolencia han puesto el grito en el cielo al escuchar las palabras del agricultor de Balaguer.

Josep Pàmies, lejos de amedrentar­se por esas descalific­aciones, reta a esos expertos a que certifique­n que el MMS (así es como se conoce a esa mezcla de clorito de sodio y agua) no tiene efectos curativos. Sabe perfectame­nte que esa sustancia está prohibida para uso humano en España, aunque afirma que en otros países como EE.UU. “se usa para potabiliza­r el agua en sustitució­n de

El agricultor de Balaguer hace veinte años que vende plantas como remedio para enfermedad­es

la lejía, muy nociva para la salud”.

“Yo hago difusión de remedios que he comprobado que funcionan, no publicidad”, reitera este hombre. Asegura que difunde esos consejos como una obligación moral para ayudar a otras personas. “Nunca he vendido clorito de sodio, se puede comprar en internet y con ocho euros tienes una mezcla que puede durar hasta tres años, ya me dirá usted dónde está el negocio”.

Pàmies revela que esta campaña centrada en el autismo “la inicié al pedírmelo varias familias con hijos afectados por esa enfermedad, que han probado ese remedio y están muy satisfecho­s”. Y responde, a los que le acusan de actuar por intereses económicos, que esas conferenci­as sobre el MMS van en contra de los intereses del que ha sido su negocio estos últimos veinte años. “Aconsejo tomar algo que ya está en el mercado y no requiere espera para conseguirl­o, al contrario de lo que ocurre con las plantas, que hay que cultivar antes de venderlas”.

Pàmies anuncia que continuará con sus conferenci­as, aunque no niega que algunas de las charlas que tenía previstas dar por España se han suspendido al echarse atrás los organizado­res. “Lo que hago no es ningún delito”, sentencia.

 ?? MERCÈ GILI ?? Josep Pàmies, ayer en su finca de plantas medicinale­s de Balaguer, con un frasco de clorito de sodio
MERCÈ GILI Josep Pàmies, ayer en su finca de plantas medicinale­s de Balaguer, con un frasco de clorito de sodio

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