Sonia Martínez
La directora de ficción de Atresmedia es de las pocas mujeres que tienen poder y mando en la industria televisiva de España. Desde ‘El tiempo entre costuras’ hasta ‘Fariña’, ha participado en el impulso de numerosas producciones de gran éxito SONIA MARTÍ
DIRECTORA DE FICCIÓN
Esta creativa tomó la decisión de dar luz verde a series como Velvet, Vis a vis, La casa de papel o Fariña, producciones que tras su éxito en España han tenido un brillante recorrido internacional. La ficción televisiva está en deuda con ella.
Gran hotel, El tiempo entre costuras, Vis a vis, Velvet, La casa de papel, Fariña, La catedral del mar... Son series nacidas y emitidas en Antena 3 que, tras su éxito en España, han tenido además un largo y exitoso recorrido internacional. Detrás de todas esas ficciones se encuentran diferentes repartos y productoras pero tienen un nexo en común: Sonia Martínez, la directora de ficción de Atresmedia Televisión, que les dio luz verde.
El próximo martes recibirá el premio Iris de la Crítica 2018, con el que el jurado le ha querido reconocer el mérito de haber impulsado la producción propia nacional “con series actuales y arriesgadas, como
La casa de papel o Fariña, y lanzarlas al éxito internacional a través de nuevas plataformas”. Y es que por el despacho de esta directiva circulan numerosos proyectos de serie, de los cuales sólo algunos llegarán a la pequeña pantalla. “Mi trabajo y el de mi equipo es fundamentalmente elegir, dirigir y controlar todo lo que tenga que ver con las series”. Revela que cada vez le llegan menos proyectos elaborados porque se trabaja más a la carta. “Es mejor escuchar y ver cuales son las necesidades de las cadenas y las plataformas antes de trabajar en un proyecto de forma unilateral y que luego tenga la competencia de quince proyectos similares más”, afirma.
Sobre las ficciones por las que no apostó es difícil saber si acertó (“algunas se fueron a la competencia y triunfaron”, confiesa) pero por las que sí apostó es evidente que lo hizo con acierto si se observa su recorrido nacional e internacional. En la toma de decisiones tiene clara la estrategia a seguir: “Series de calidad, que arriesguen y que nazcan con vocación internacional; además, no nos gusta estirar por estirar las tramas y buscamos que la serie esté al servicio de la historia y no de su audiencia”. De ahí que en los últimos años pusieran fin a producciones en lo más alto de su éxito como Vis a vis o Velvet: “Esto no es sólo una forma de despedir por la puerta grande una serie, es también un buen antídoto contra el apalancamiento y nos obliga a trabajar en nuevos proyectos continuamente”.
Esta licenciada en Ciencias de la Información empezó su carrera profesional en diversas cadenas autonómicas. Después trabajó en la productora Videomedia y en el 2001 entró en Mediaset como subdirectora (y más tarde directora) de ficción en Telecinco, donde ya participó en éxitos como Los Serrano o
Aída. En el 2006 fichó por Atresmedia y, tras doce años en el grupo, reconoce que ahora se atraviesa “por un momento dulce”, fruto del trabajo de años “en que hemos apoyado la ficción como contenido prioritario dentro de la cadena”.
Cuando tiene un proyecto entre manos, ¿ve claramente si será un éxito? “Los polos opuestos siempre están muy claros, para bien y para mal. Pero es en el terreno de las arenas movedizas donde se requiere más trabajo”, explica para admitir después que sí ve en ocasiones proyectos que tiene claro desde el principio que serán un éxito “y que muy mal lo tendríamos que hacer para que no fuera así”.
Mientras muchos de esos éxitos han tenido, tras su estreno en España, una brillante trayectoria internacional que ha llevado al sello de Atresmedia TV a consolidarse como marca de prestigio, otros han logrado también tener vida más allá de su emisión en Antena 3. Son los casos de La casa de papel (Netflix rodará una nueva entrega), Vis a vis
(Fox ya ha emitido una tercera temporada y prepara una cuarta) y Velvet Colección (serie derivada de Velvet que tendrá tres temporadas en Movistar+). “Esto supone para nosotros una nueva forma de explotación del producto, una manera de alargar la vida económica de las series más allá de su emisión en pantalla”, detalla.
¿Qué siente viendo un hijo suyo en la competencia? “Mucho orgullo. Soy muy pragmática porque tengo sobre mis espaldas muchos éxitos, fracasos, cancelaciones... Al final todo son etapas de la vida, y aunque luego observo esas series con un poco de distancia, hay algo que nunca me quitará nadie y es la satisfacción de haber estado en su fase de creación, que es la parte de mi trabajo que más me gusta”.
Es el signo de los nuevos tiempos y el que ha llevado a crear este año la compañía Atresmedia Studios, de la que Sonia Martínez es su directora editorial. Desde allí se diseñará, se creará y se producirá contenido de ficción para plataformas nacionales e internacionales, como El embarcadero para Movistar+ o Pequeñas coincidencias para Amazon Prime Video. ¿Por qué producir para la competencia?
“Gran hotel, El tiempo entre costuras o Velvet han tenido un exitoso recorrido internacional... y han salido de aquí. Entonces, ante la demanda brutal de contenidos en todo el mundo, ¿por qué perdernos esa parte del pastel cuando desde Antena 3 ya nos encargamos de la producción ejecutiva de estas series?”.
Sonia Martínez también está satisfecha de haber tomado otras dos decisiones clave para el futuro de las ficciones españolas: haberlas sacado de plató para rodar en localizaciones exteriores “y que incluso ese paisaje y ese entorno afecte a la trama y los personajes”, y volver a los episodios de 50 minutos de duración siguiendo el formato internacional, para alegría de los equipos creativos y de parte de la audiencia.
¿Alguna serie de la que se muestre especialmente satisfecha? “Muchas. Y cada una de ellas ha puesto su granito de arena en nuestra evolución. El tiempo entre costuras
marcó que podíamos hacer una gran producción de calidad desde una televisión popular en el sentido de llegar al máximo de gente posible; con Vis a vis demostramos que se podía hacer una serie sobre una cárcel de mujeres con un tono diferente a lo hecho anteriormente; o
Fariña, que probó que era posible contar realidades muy cercanas con una brillante factura ”. ¿Y alguna espinita clavada? “Una serie que me fastidió fue La chica de ayer , en la que adaptamos la serie de la BBC Life on Mars; era un proyecto redondo pero no terminó de cuajar. Aún no sé por qué”, se lamenta.
Su estrategia es clara: “Ficciones de calidad, que arriesguen y que nazcan con vocación internacional”