Cuando el videojuego viaja al salvaje Oeste
‘Red dead redemption 2’ ofrece la reproducción más ambiciosa del Oeste
Sumergir al jugador en mundos que resulten creíbles y ofrezcan una gran libertad. Este es el objetivo que buscan los llamados videojuegos de mundo abierto, uno de los géneros más populares del sector del ocio electrónico en los últimos años, y que hoy recibe uno de sus títulos más esperados. Tras más de siete años en desarrollo, Red dead redemption 2 ya está disponible en las tiendas de todo el mundo y está llamado a revolucionar la escala y la ambición con la que se presentan este tipo de producciones.
Lo nuevo de los creadores de la aclamada serie Grand theft auto no se ambienta en ninguna ciudad actual, sino que traslada la acción al salvaje Oeste norteamericano de 1899. Allí, el jugador debe ponerse en la piel de Arthur Morgan, uno de los integrantes de una banda de forajidos perseguida por la ley. Además de actuar como precuela para el título original publicado en el 2010, se trata del primer proyecto de la multinacional Rockstar Games creado para las consolas PlayStation 4 y Xbox One.
Para conseguir un nivel de realismo nunca visto hasta ahora en un videojuego, la empresa, con sede en Nueva York, ha tenido que involucrar por primera vez a los ocho estudios de desarrollo que tiene repartidos por todo el planeta, desde el equipo que ya dio forma a la primera entrega, Rockstar San Diego, en California, hasta la flamante oficina que ha abierto en Bangalore, en India. En total, más de 1.500 personas han participado en la creación de este mundo virtual a lo largo de los últimos años, pero las cifras de Red dead redemption 2 no acaban aquí.
Según datos ofrecidos por la propia Rockstar Games, más de 1.200 actores han participado en el proceso de captura de movimientos que hace posible que los personajes del juego cobren vida. Este descomunal reparto ha dado como resultado más de 300.000 animaciones diferentes y se materializa en un guion de más medio millón de líneas de diálogo. Ni tan siquiera aspectos como el de la banda sonora brindan un respiro, como demuestran las casi 200 piezas compuestas para la ocasión por el músico norteamericano Woody Jackson.
A pesar del descomunal coste que puede suponer la creación de un mundo abierto de estas características, no son pocas las compañías que en los últimos años han apostado por juegos con este tipo de estructura. Sin ir más lejos, la japonesa Nintendo ha dado un golpe sobre la mesa con el lanzamiento, el año pasado, de The le-
LA TENDENCIA
Las grandes compañías llevan años apostando por los mundos abiertos
A PARTIR DE HOY EN EL MERCADO Existía una gran expectación entorno a ‘RDR2’ después de 7 años de desarrollo
gend of Zelda: Breath of the wild. Esta aventura está diseñada alrededor de la sensación de descubrimiento y anima a los jugadores a experimentar con el entorno. De la misma manera, ya hace más de una década que la multinacional de origen francés Ubisoft promete viajes virtuales a diferentes épocas de la historia a través de su popular franquicia Assassin’s creed.
A la hora de elegir destino, los juegos de mundo abierto ofrecen localizaciones de todo tipo; desde distopías futuristas, como la que propone Fallout (Bethesda), a mundos de fantasía épica, como el de The Witcher (CD Projekt RED). Todo ello, sin olvidar aquellos títulos con entornos más contemporáneos, como los de la propia serie Grand theft auto y sus recreaciones de Los Ángeles o Nueva York, ciudades virtuales que no solamente destacan por una reproducción casi milimétrica de las de verdad, sino que también caricaturizan de forma satírica a la sociedad que las habita.
A diferencia de los juegos de rol por internet, con el archifamoso World of warcraft (Blizzard) a la cabeza, los juegos de mundo abierto citados hasta el momento no se centran tanto en conectar a miles de jugadores a un mismo mundo compartido, como en presentar una experiencia inmersiva para un solo jugador. No tan solo se trata de ofrecer libertad de acción, sino de conseguir que estos mundos virtuales sean creíbles. Para lograrlo es necesario implementar ciclos de día y noche, sistemas meteorológicos dinámicos y complejos ecosistemas que regulen la vida tanto de la fauna salvaje como de todos los personajes virtuales. Ahora bien, donde las producciones de Rockstar Games marcan la diferencia es en los pequeños detalles. El hecho de que Red dead redemption 2 haya estado tantos años en desarrollo se traduce en una innumerable cantidad de características que quizá pasarán desapercibidas a primera vista, pero que dotan al juego de un realismo inaudito hasta el momento.
Más allá del espectacular acabado visual, uno de los aspectos más interesantes es la atención que se ha puesto en conseguir que los personajes reaccionen de forma natural y orgánica a la presencia del jugador. Dependiendo de la forma como cada uno decida afrontar la aventura, estos se comportarán de una u otra manera, consiguiendo una relación con el mundo mucho más verosímil.
El nuevo western de Rockstar Games llega hoy a las tiendas rodeado de cifras impresionantes, pero también salpicado por la polémica a causa de las acusaciones por parte de trabajadores anónimos, que han denunciado las duras condiciones laborales. Mientras tanto, desde la compañía se sostiene que nadie ha sido obligado a realizar un sobreesfuerzo. Un mundo que, en palabras del director de arte Aaron Garbut a la revista Edge, “no está pensado para ser jugado, sino para perderse en él”.