Nuevas apreturas
En línea con la democracia conmemorativa que nos caracteriza, el actual presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, proclamó en el primer cumpleaños de la DUI, declaración unilateral de independencia, por Carles Puigdemont, entonces presidente, que “volver atrás no es ninguna opción” y ambos se unieron para convertir la amenaza de desobediencia y la movilización ciudadana en la nueva divisa política, según precisa la crónica de Isabel García Pagán aparecida en La Vanguardia.
La impresión es que de nuevo los dirigentes políticos desertan de sus obligaciones y transfieren a la calle la respuesta a la condena que pueda recaer a los encausados por el procés. Volvemos así a las apreturas, casi con las mismas palabras que las utilizadas el 1 de Octubre en Sant Julià de Ramis para decir a los concentrados que apretaban que siguieran apretando. Aquellas apreturas a la caída de la tarde coagularon en el intento de la toma del Parlament por los más animosos de los CDR. Entonces el mismo Govern tuvo que servirse de los Mossos d’Esquadra para evitarlo.
Los problemas vienen después porque al genio, una vez que sale de la botella es muy difícil volver a recluirlo en ella. Sucede como con la pasta de dientes una vez que se presiona para que salga del tubo. Quienes son convocados por la autoridad para salir a la calle, una vez que han salido y se han aglomerado, se sienten amparados en el anonimato, se entregan a un cierto espontaneísmo y propenden a actuar con una autonomía refractaria a tributar obediencia alguna hacia quienes les dieron las consignas originales desde el balcón inicial.
Obsérvese la dificultad que encierra mantener bajo disciplina un cuerpo armado cuando sus integrantes advierten que la autoridad se afana en hacer funciones tanto de pirómano como de bombero. Además de que la dinámica de masas tiene sus propias leyes deslizantes hacia la violencia que desborda el buenismo declarativo. Un amigo de Nueva Delhi refería la enorme fortuna que costaba mantener a Gandhi pobre. Del mismo modo se requerirá una buena dosis de violencia para evitar que los pacíficos dejen de serlo. Atentos a las nuevas apreturas.