La Vanguardia

El juicio de la viuda de Bolaño contra la amante del escritor, visto para sentencia

Carolina López pide 250.000 euros a Pérez de Vega por atentar contra su honor

- XAVI AYÉN

Hasta ayer, una reunión que congregara a los novelistas A.G.Porta y Henar Galán, el poeta Bruno Montané Krebs, el crítico Ignacio Echevarría, el catedrátic­o José María Micó, la editora Lali Gubern y la librera Mercedes Zendrera sólo podía ser un festival o premio literario o tal vez una presentaci­ón de libros. Pero ayer se vieron las caras como testigos en el juicio que se celebró en la Ciutat de la Justícia de l’Hospitalet para dirimir si la relación sentimenta­l que Roberto Bolaño (1953-2003) mantuvo con Carmen Pérez de Vega puede considerar­se una relación de pareja con todas las letras o no.

¿De estas cosas se ocupan los tribunales de justicia?, podría preguntars­e alguien. La respuesta es que sí, porque Carolina López, viuda del escritor, y los hijos de ambos, Lautaro y Alexandra, han presentado una demanda de protección al honor y la intimidad familiar contra Carmen Pérez de Vega, que mantuvo una relación sentimenta­l con Bolaño durante los últimos seis años de vida del escritor.

Los demandante­s piden, en concepto de daños morales, 250.000 euros a Pérez de Vega y otros 250.000 a la periodista argentina residente en México Mónica Maristain, autora del libro El hijo de Mister Playa, que al no presentars­e ayer al juicio fue declarada en rebeldía. López y sus hijos estiman que no es cierto que Pérez de Vega sea “la última pareja de Roberto Bolaño”. Maristain afirma en su libro que Bolaño y López estaban “separados, aunque no de forma oficial”.

El juicio, que se celebró a puerta cerrada, estuvo salpicado de detalles privados y de acusacione­s poco edificante­s. Los testigos convocados por la acusación fueron A.G.Porta; Montserrat López, hermana de la viuda y encargada del archivo Bolaño; la psicóloga que trata a los demandante­s, que detalló los problemas de angustia que los tres han sufrido tras conocer por los medios de comunicaci­ón ciertos aspectos de la historia; así como la canguro de los hijos –que declaró que vio a Bolaño siempre como parte del hogar conyugal– y otros vecinos de Blanes que nunca tuvieron noticia de una separación entre Bolaño y López. Todos ellos hablaron de una relación de pareja entre ambos “normal”, que duró hasta la muerte del escritor y evocaron encuentros con la pareja y sus hijos en la localidad. Porta admitió, sin embargo, que Pérez de Vega era “amante” del autor chileno. López criticó algunas explicacio­nes –en concreto, el detalle de que Bolaño “tosió sangre” en sus últimos días– da- das por Pérez de Vega en una entrevista.

Los testimonio­s convocados por la defensa, en cambio, hablaron de una relación de pareja entre Bolaño y Pérez de Vega, consolidad­a hasta el punto de que acudían juntos a actos sociales, reuniones de amigos y encuentros diversos, durante un período prolongado de tiempo. En ese sentido se pronunciar­on Micó –quien afirmó haber cenado con ellos a finales de junio del 2003, días antes de la muerte del escritor–, Gubern, Echevarría, Montané y Zendrera. Todos daban por hecho que eran “novios” y algunos aseguran que Bolaño vivía en un piso distinto al de su familia, lo que para López era solo “un estudio”. La parte demandada recuerda asimismo que llegó al hospital donde murió de la mano de Pérez de Vega. Galán, amiga

Declararon como testigos A.G. Porta, J.M. Micó, Lali Gubern, Bruno Montané, Ignacio Echevarría...

El veredicto se espera para diciembre y no afectará a los derechos de autor, que son de la familia

de la madre de Bolaño, afirmó que esta le presentó a Pérez de Vega como “mi nuera” y que hablaba de López como “una mala persona”. La acusación intentó descalific­ar varios de estos testimonio­s aduciendo animadvers­ión personal (“me han acusado de robarles”, se quejaba Gubern, de la editorial Anagrama). Para alguno de ellos, el trasfondo de la demanda es “el intento de López por borrar a Pérez de Vega de la faz de la tierra, que nadie le haga sombra en su proyección internacio­nal, trazar una biografía oficial donde ni siquiera aparezca”.

A partir de ayer, las partes cuentan con quince días para presentar alegacione­s. Se prevé una sentencia para la primera quincena de diciembre. Sea cual sea, no afectará para nada a la herencia o los derechos de Bolaño, propiedad indiscutid­a de su esposa e hijos.

 ?? CÉSAR RANGEL ?? Lautaro Bolaño, en el centro, habla con uno de sus abogados, ayer, en la Ciutat de la Justícia, junto a testigos
CÉSAR RANGEL Lautaro Bolaño, en el centro, habla con uno de sus abogados, ayer, en la Ciutat de la Justícia, junto a testigos

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