El eterno heredero cumple 70 años
Carlos de Inglaterra celebra su 70.º aniversario el próximo miércoles. Su madre, de 92, le prepara una fiesta de cumpleaños
No seré un rey entrometido. Acaso piensan que soy un estúpido?. Así se expresa el príncipe Carlos de Inglaterra en el documental que la BBC emitió el pasado jueves con motivo del 70.º cumpleaños del eterno heredero a la corona británica. Un hombre que ha vivido ya varias vidas en las siete décadas transcurridas desde que nació, el 14 de noviembre de 1948, como hijo primogénito de la entonces princesa de Gales, Isabel Windsor. Pasó de ser un niño tímido, al que su padre intentó templar con mano dura, a un joven a quien se rifaban las aristócratas británicas a pesar de que el atractivo se le escapaba por sus inmensas orejas. Se enamoró de Camilla Shand, hija de una familia de la pequeña nobleza rural, pero eso se supo mucho después, cuando un diario británico desveló que el conspicuo heredero quería ser el tampax de la ya señora Parker-Bowles, mientras la suya, Diana Spencer, filtraba sus penas de amor a sus periodistas amigos que a cambio la encumbraron como la mujer más famosa del mundo.
Heredero pejiguero, comprometido con el medio ambiente, la arquitectura sostenible y el ecologismo, Carlos tenía mala prensa y su papel como odioso marido de la santificada Diana aún le creó peor imagen. Todo cambió tras la muerte de la llamada princesa del pueblo. El príncipe empezó a ejercer de amable padre de los dos huerfanitos, Guillermo y Enrique, y contra lo que pudiera esperarse expió sus pecados y cambió de hombre desconsiderado a tierno y amable caballero a raíz de su boda con su eterna amante Camilla. La pareja otoñal ha sido totalmente aceptada por los británicos aunque para no ofender a los deudos de Diana, Camilla no es princesa de Gales sino duquesa de Cornualles y ya veremos si llega a ser titulada reina el día que Carlos alcance el trono. Ya parece importarle bien poco, el heredero parece un hombre feliz que no necesita ser rey para sentirse realizado. Con una madre de 92 años, sabe que cuando llegue el momento el suyo no será un reinado largo, pero ya ha avisado que su papel de heredero metomentodo morirá el día de su coronación en la abadía de Westminster. Será un digno sucesor y puente necesario hacia su hijo Guillermo que, en su momento, dará paso al ahora pequeño Jorge. El futuro de la monarquía británica está asegurado quizá porque es la única capaz de reinventarse y transformase sin perder nunca la esencia.