Verista checo
Katia Kabanová
Intérpretes: Patricia Racette, Aleksander Teliga, Nikolai Schukoff, Rosie Aldridge, Francisco Vas, Antonio Lozano, Michaela Selinger, Josep-Ramon Olivé, Mireia Pintó, Marisa Martins, Sergi Bellver, Tànit Bono. Orquestra Simfònica y Cor del Gran Teatre del Liceu
Dirección musical: Josep Pons
Dirección escénica: David Alden. Prod. de la ENO de Londres
Lugar y fecha: Liceu (8/11/2018) Ha vuelto al Liceu una de las óperas más importantes de Janácek, después de la suya más famosa (Jenufa), y ha vuelto, afortunadamente, con una producción menos cretina que la de la vez anterior, en la cual la protagonista se suicidaba tirándose en el agujero de un árbol en el patio interior de una casa de vecinos. La producción actual procede de Londres y, sin ser ninguna maravilla, al menos se deja ver y a veces hace entender la narración adecuadamente.
La protagonista, Patricia Racette, hizo un excelente papel, con una voz potente y flexible, muy convincente y con burletes dramáticos bien conseguidos. Sobresaliente también el Boris de Nikolai Schukoff, de mayor presencia escénica. Muy bien conseguida también la Varvara (¡ortografía checa!) de Michaela Selinger. Quizás le faltaba autoridad a la malvada Marfa, pero vocalmente tuvo también bastante buen nivel. Francisco Vas y Mireia Pintó, valores locales nuestros, funcionaron magníficamente y en general, todo el conjunto resultó muy atractivo, a pesar del tono trágico de la obra. La orquesta, un poco fuerte al principio, sirvió con nitidez el drama y el público salió muy contento de esta función que nos recordaba que Janácek (1854-1928) –mismas fechas que Puccini (1858-1924)– es un poco un verista checo.