Una portería sin cerradura
La imagen de Ter Stegen sacando el balón de su portería se ha repetido en 18 ocasiones en la Liga, donde el líder es el sexto equipo más goleado. Incluso el Leganés, en posición de descenso, ha recibido menos goles que el Barcelona. 18 tantos suponen el doble de los encajados por el Valladolid y 8 más que el Espanyol. Ya son 10 jornadas seguidas con la barrera levantada. En cambio, la temporada pasada, ya con Valverde en el banquillo, al Barça sólo le habían batido 17 veces cuando se alcanzó la jornada 32 del campeonato. De hecho, a estas alturas del curso Ter Stegen apenas había concedido 4 dianas, las mismas que se llevó del Betis el domingo en 90 minutos. El Barça, que ha tenido lesionados a Umtiti y Vermaelen, es un equipo ofensivo pero eso no significa a la fuerza que será frágil en defensa. De hecho, en Europa hay equipos que sólo han recibido 5 goles y son conjuntos que atacan mucho y lideran sus ligas como el Manchester City y el Liverpool –primero y segundo de la Premier–, el PSV y el Ajax –en cabeza de la Eredivisie– y el Basaksehir, puntero en Turquía. Así que el estilo tampoco puede servir de excusa para explicar esa sangría en la portería que hacía 44 años que no se veía en Can Barça. No se encajaban 18 goles en 12 jornadas desde la 74-75. Entonces Michels optó por cambiar de portero al décimo partido: Sadurní sustituyó a Mora. El Barcelona no ganó la Liga. Para encontrar un registro peor en el Camp Nou hay que remontarse a 1964 con 21 goles encajados por Sadurní. Aquí el sacrificado no fue el portero sino el técnico. César fue destituido después de 5 partidos y 3 derrotas: llegó Sasot y los blaugrana sólo acabaron sextos.
De las últimas nueve Ligas ganadas por los barcelonistas sólo en una encajaron 40 goles. Fue con Vilanova. Los números de Ter Stegen hacen resaltar el cerrojo que el Barça logró instalar en la temporada 2014-15 (Bravo bajo palos) y la 2010-11 (Valdés de guardameta) en que acabó la Liga concediendo 21 goles. Aquello fue casi tan extraordinario como extraña es esta mala racha.