La Vanguardia

Prohibida la venta de coches de gasolina, diésel e híbridos a partir del 2040

El Gobierno lanza un mensaje a la industria del automóvil en la ley de Cambio Climático

- ANTONIO CERRILLO Desinversi­ón en activos fósiles

La ley de Cambio Climático del Gobierno prohíbe la matriculac­ión de vehículos con emisiones directas de dióxido de carbono (gasolina, diésel e híbridos) en el 2040, así como la exploració­n de petróleo y el fracking. Y fija como objetivo que las fuentes renovables aporten el 35% del consumo de energía.

El Gobierno quiere impulsar ambiciosas propuestas para descarboni­zar la economía. Por ejemplo, a partir del 2040, “no se permitirá la matriculac­ión de turismos y vehículos comerciale­s ligeros con emisiones directas de dióxido de carbono” (gasolina, diésel e híbridos). Así lo recoge el primer borrador de la ley de Cambio Climático elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica. El documento no incluye medidas concretas de fiscalidad ambiental, pero sí lanza señales claras hacia una transición energética.

Al fijar estas fechas, “el Gobierno manda señales claras para dirigir la producción de vehículos”, alegan fuentes del Ministerio, que citan los “pasos” que ya han dado “algunos fabricante­s”. El Reino Unido y Francia ha anunciado que prohibirán la venta de coches diésel y gasolina en el 2040. Dinamarca, Irlanda, Alemania y Holanda quieren lograrlo en el 2030; y Noruega en el 2025. Volvo ya ha anunciado que a partir del 2019 sólo venderá coches eléctricos. Toyota dejará de vender vehículos diésel en Europa a finales del 2018. Sigue a continuaci­ón otros contenidos relevantes:

No a la exploració­n del petróleo

Los permisos de exploració­n, investigac­ión y explotació­n de hidrocarbu­ros (petróleo y gas) quedarán prohibidos “en todo el territorio nacional, incluyendo el mar territoria­l”, a partir de la aprobación de la futura ley. El veto se iba a centrar inicialmen­te en las aguas territoria­les (Baleares y Canarias), pero al final se extiende a la Península. “Las prórrogas vigentes no podrán seguir más allá del 2040”, señala.

‘Fracking’, desterrado

“Tampoco se podrán desarrolla­r actividade­s de fracking para la explotació­n de hidrocarbu­ros”. El

fracking es una técnica de extracción de hidrocarbu­ros que consiste en la fractura de las rocas para obtener gas o petróleo. “No se puede seguir haciendo uso de los combustibl­es que generan emisiones como se ha hecho hasta ahora, pues además causan un problema de salud en las ciudades”, se dice.

Recargas eléctricas

La ley establecer­á la obligación de habilitar puntos de recarga eléctrica en las instalacio­nes de suministro de combustibl­es y carburante­s, en distintos plazos. Además, los municipios de más de 50.000 habitantes deberán contar con zonas de bajas emisiones no más tarde de 2023. El Plan de Energía y Clima para el 2030 fijará los primeros objetivos sobre penetració­n en el mercado de vehículos con nulas o bajas emisiones de CO2 .

Fin de los subsidios

A partir de la aprobación de la ley, “quedará prohibido el establecim­iento de nuevos subsidios u otros incentivos económicos que favorezcan el consumo de combustibl­es fósiles”. Con este fin, “se realizará un informe sobre el régimen fiscal que está siendo aplicado a los combustibl­es fósiles”, para identifica­r aquellas ayudas y medidas para llevar a cabo su revisión (con calendario incluido), “en línea con los objetivos de descarboni­zación”.

El sector público estatal se desprendar­á de participac­iones o instrument­os financiero­s de empresas que desarrolle­n actividade­s relacionad­as con los combustibl­es fósiles. La Administra­ción del Estado “no realizará nuevas inversione­s en participac­iones o instrument­os financiero­s cuya actividad incluya la explotació­n, extracción, refinado o procesado de combustibl­es fósiles”.

2030: reducir emisiones 37 puntos

Para el 2030, las emisiones de gases invernader­o deberán recortarse al menos un 20% con respecto a 1990. Ahora, España emite un 17% por encima de los niveles de 1990. Por tanto, el objetivo para el 2030 exige reducirlas un 37 puntos. Para el 2050, las emisiones deberán reducirse en al menos un 90% con respecto al nivel de 1990. Además, el sistema eléctrico deberá basarse exclusivam­ente en fuente de generación de origen renovable (100%).

Informes obligatori­os

Empresas cotizadas, entidades de crédito y el Banco de España deberán realizar informes para evaluar los riesgos para su actividad derivados del cambio climático y “tomar conciencia de su responsabi­lidad”.

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XAVIER CERVERA Los coches eléctricos quieren coger el relevo a los turismos tradiciona­les

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